Aznar, sensiblemente emocionado al hablar de Rato y Mayor Oreja

(Libertad Digital) El presidente del Gobierno fue el encargado de presentar ante la Junta Directiva Nacional del PP la propuesta del Comité Ejecutivo para elegir a Mariano Rajoy como el candidato popular a las próximas elecciones generales. En su discurso, Aznar subrayó que, "desde hoy, el líder del Partido Popular se llama Mariano Rajoy". Según explicó, de esta manera se abre una “nueva página en la historia del Partido Popular” y recordó lo mucho que se juega España en los comicios del mes de marzo. “España alcanzará las altas metas que se ha fijado dependiendo del programa político”, apuntó. En este sentido, afirmó que “seguro que en toda Europa ven a Rodrigo Rato con envidia” al presentar los últimos datos del PIB (un crecimiento del 2,3 por ciento en el segundo trimestre) que dejan a España como una isla en media de la crisis económica que asola a la UE.

Aznar ha reiterado que nunca ha creído en decisiones a medias. Así, explicó que la designación de Rajoy “no es una sucesión a medias, sino un relevo con todas las consecuencias”. Precisamente, del aún vicepresidente Aznar dijo que “es una persona en la que se puede confiar. Sea cual sea la tarea que le ha tocado la ha asumido con garantías. Trabajar con él es un privilegio”. Al oír estas palabras, el político gallego tuvo que hacer enormes esfuerzos para no emocionarse. Para el presidente del Gobierno, la “sensatez” es la cualidad a destacar de Rajoy, una “cualidad que no abunda. Es un bien escaso y por eso resulta tan valiosa y la valoran los ciudadanos”. Por último, el líder popular dijo que Rajoy representa el “mejor presente y futuro” del Partido Popular.

Tras las alabanzas al nuevo hombre fuerte del PP, Aznar tuvo un emocionado recuerdo para aquellos miembros del PP que han sido asesinados por ETA. “Nunca les olvidaremos”, dijo Aznar en medio de una calurosa ovación de todos los presentes. Después, el jefe del Ejecutivo quiso agradecer en primer lugar la labor de partido de Javier Arenas, que también mostró una profunda emoción en sus ojos. A continuación, el turno le tocó a Francisco Álvarez Cascos y a Ángel Acebes. Al terminar su discurso, Aznar quiso tener un gesto diferenciador con los dos vicesecretarios generales, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, a los que dedicó un agradecimiento “especial” y de los que dijo que son “personas fundamentales para el proyecto del partido”.

En ese instante, Aznar tuvo que interrumpir su discurso presa de la emoción. “Esto no tenía que haber salido así”, dijo el jefe del Ejecutivo mientras se secaba las mejillas. A continuación, fue Mariano Rajoy el que tomó la palabra y, posteriormente, se llevó a cabo la votación en secreto, en la que se emitieron 504 votos, de los que 503 fueron favorables al sucesor y sólo hubo una abstención, se supone que la del propio Rajoy, que quizá no quiso votarse a sí mismo.