(Libertad Digital) Desde la distancia de la Presidencia de Faes pero fuera de la política activa, José María Aznar considera que España “tiene algunos problemas y, en otros muchos, nos hemos metido innecesariamente. Se han reabierto los grandes pactos de la transición, el tema de las autonomías, hay tensiones muy fuertes con los nacionalistas, nos llega una crisis económica y, sobre todo, hemos perdido presencia y rigor en el exterior. Realmente, tenemos una situación un tanto complicada”.
Aznar hace un paralelismo sobre la situación que le colocó como presidente del PP y la actual situación que vive el partido. "Se trataba de hacer un partido ganador y no un partido que resistiera. Yo no quería acomodarme a esa situación, ni resignarme, lo que quería era superarla".
"Ha pasado mucho tiempo ya y tenemos largas experiencias detrás. Creo que cuando lanzas ese tipo de mensajes tienes que haber hecho antes un análisis. No basta con una manifestación voluntarista. Tienes que tener un proyecto y una idea detrás. Para hacer un partido fuerte has de integrar. Cuando renuevas, los partidos hay que procurar hacerlo añadiendo no eliminando. Las renovaciones se hacen por adicción no por extinción. Y cuando uno se encuentra en esta situación, tiene que tener una gran capacidad de integración, tiene que ser capaz de sumar muchas voluntades, tener las ideas muy claras, tener mensajes atractivos y jugar con los mejores. ¿Cómo se encuentra a los mejores? A veces, no encuentras todo lo que buscas, pero se sabe distinguir al mejor. Aquí, se jalea mucho a alguien que no sabe nada, que no tiene idea de nada ni ha demostrado nunca nada, pero es ministro. En cambio, al que ha demostrado, al que tiene una experiencia pero tiene 49 años, se le quiere jubilar. Es una cosa absurda”.
Dentro de esta renovación, Aznar afirma que hay una cuestión que aún le deja más perplejo y “que maneja el adversario del PP con mucha soltura. Y es que el PP tendría que marcar distancias completas con su pasado. A mí eso me hace gracia y lo que más me preocupa es que haya gente que pueda comprar esa mercancía. A nadie se le ocurre repetir el pasado pero es que querer romper con los dos únicos triunfos que el centro derecho ha tenido en la historia democrática española significa no tener las ideas muy claras”.
El ex presidente del Gobierno se refirió a los pactos que hizo el PP con los nacionalistas en 1996. “Teníamos que pactar y pactamos con los nacionalistas, los de entonces, que eran distintos a los de ahora… Todo es susceptible de empeorar… Pero no nos olvidemos de una cosa determinante: ganamos. Ganamos. Lo que no se puede ahora es decir: ‘Yo, para ganar, tengo que hacer lo que les guste a estos señores’. No mire, usted tiene que ganar. Gane. Y luego, ya veremos si se tiene o no que entender con los que se tenga que entender”, dijo.
En opinión de José María Aznar, la izquierda nunca asimiló la mayoría absoluta del PP en el año 2000. "Pensaron que una mayoría absoluta más del PP aunque Aznar no se presentara garantizaba un periodo de ocho años de PP en el Gobierno. Lo que suponía 12 o 16 años, un tiempo que proporcionaría un cambio de España tan enorme que sus viejos discursos políticos se perderían. Es ahí donde se complican muchas de las cosas de la vida política española y es una de las cuestiones políticamente más complicadas, oscuras y graves de izquierda española que decide, en un momento dado, que todo vale, todo es válido, todo es lícito, y que hay que hacer lo que sea con tal de que el PP no siga y lo hace. Y cuando llega un momento trágico, se aprovechan de él… Fue aquella actitud de decirle por primera vez a un Gobierno, en un país con cuarenta años de terrorismo, que ‘usted es el culpable’, no los terroristas… Cuando algunos hablan de utilización política del terrorismo es para llorar. La responsabilidad de la izquierda fue democráticamente muy grave”.