(Libertad Digital) José María Aznar se ha mostrado muy crítico con la política antiterrorista del Gobierno y la negativa a recurrir la lista del PCTV. El ex presidente ha dicho que “la presencia de terroristas en el Parlamento vasco es la voladura de la política antiterrorista que se ha desarrollado en España en los últimos años”.
En este sentido, se ha preguntado “¿qué vamos hacer ahora con las listas internacionales de terroristas qué las quiten?, ¿vamos a decir que es mejor que estén en las instituciones, que reciban dinero de los impuestos de los españoles?”, en referencia a las medidas que tomó su Gobierno a nivel internacional paralelamente a la ilegalización de Batasuna-ETA. “¿Cómo se puede decir que se lucha contra el terrorismo si se permite que parte de la banda esté en las instituciones?”, concluyó Aznar. Ante las peticiones de lealtad que desde el Gobierno se están realizando al PP, Aznar dijo que “cuando yo oigo esas imputaciones de deslealtad viniendo de alguien que en vez de imputar a los terroristas la responsabilidad de un atentado se la imputó al Gobierno se queda uno un poco estupefacto”, y recordó que sucedió dos veces, el 11-M y el atentado de Casablanca.
Sobre la posibilidad de que existan contactos entre el Gobierno y la banda terrorista ETA, Aznar dijo que “es un error gravísimo estar todo el día lanzando mensajes de dialogo con ETA” desde el Ejecutivo; y recordó que ETA “ha vuelto a robar kilos de explosivos y hará con ellos lo que sabe hacer, y cuantos más mensajes de diálogo será peor”. Además dijo que su Gobierno cuando envió una delegación para reunirse con ETA en Ginebra “no negoció absolutamente nada”, sino que querían saber si la tregua “iba en serio o iba en broma”.
También habló Aznar de las reformas constitucionales que el actual Gobierno quiere llevar a cabo. Para el ex presidente “poner en cuestión la Constitución no va a ser bueno para la convivencia de los españoles” y considero “insólito” que “un Gobierno quiera hacer una reforma constitucional y no sepa qué, nadie sabe lo que se quiere revisar”. También consideró insólito que se diga “que se acepta cualquier cosa que apruebe un Parlamento autonómico” y considero que todo esto “nos lleva a una especie de confederación donde desparece la idea de España y la libertad y la experiencia histórica nos dice que eso no es bueno”.
La foto de las Azores
En referencia ala Guerra de Irak, Aznar insistió en que no se arrepiente de su posición y recordó que en la primera guerra del Golfo el Gobierno de Felipe González “mandó fragatas con soldados de reemplazo” y que su Gobierno envió “soldados para ayudar a la estabilidad y no participó en la guerra”. Además dijo que “como español siento vergüenza por la retirada de las tropas en Irak” e insistió en que esa intervención pretendía defender la legalidad internacional. Puso como ejemplo Kosovo, donde la OTAN intervino sin ninguna resolución de la ONU.
Se mostró orgulloso de su participación el cumbre de las Azores y señaló que a “algunos personajes de la izquierda española no les gustó porque no pudieron estar ellos” y que “hubiesen ido hasta nadando”. Para Aznar la cumbre de las Azores supuso “la vuelta de España a las primeras líneas de la responsabilidad internacional, con las democracias atlánticas, con los que defienden la libertad y la democracia”. En este sentido hizo una encendida defensa de la alianza atlántica que es “la garantía de la libertad y la prosperidad en Europa”. Así recordó que “Europa existe gracias a la relación con EEUU, la seguridad y la prosperidad en Europa se debe a EEUU que combatió la amenaza nazi, la fascista y la pobreza” y añadió que “Europa no tiene capacidad de defenderse a si misma ni capacidad autónoma de influir, por eso lo que le interesa es la alianza con EEUU”. Sobre la oposición de la opinión pública y algunos Gobiernos europeos a la intervención en Irak, Aznar señaló que “decir en Europa que la democracia se debe instaurar sin intervención extranjera, que lo diga un francés, un belga, un alemán, un italiano, pues resulta un poco sorprendente”. Por último la Alianza de Civilizaciones que propone Zapatero, en contraposición a la relación trasatlántica defendida por Aznar es para el ex presidente “un gran vacío” porque insistió “no voy a decir que es una tontería”.