La vuelta de María San Gil

(Libertad Digital) Aznar agradeció a María San Gil su presencia en la inauguración del programa de jóvenes líderes chilenos en la Pontificia Universidad Católica de Chile. "María es una referencia moral y política para todos los que creemos en la libertad. Además, es una gran persona y una amiga leal", dijo Aznar.

"En estos tiempos que nos ha tocado vivir, cuando es tan necesario reafirmar los principios y valores que nos mueven, es una gran suerte que María pueda compartir con nosotros su experiencia como persona comprometida con la libertad de todos".

El presidente de FAES relató como hace 14 años San Gil decidió entrar en política tras presenciar "cómo unos cobardes asesinos etarras acababan con la vida de Gregorio Ordóñez, entonces líder del Partido Popular de Guipúzcoa y candidato a la alcaldía de San Sebastián. María y Gregorio estaban comiendo en un bar del centro de San Sebastián. Dos hombres entraron, se acercaron por la espalda a Goyo y le descerrajaron dos tiros mortales. Así es como actúa la banda asesina ETA. María estaba enfrente y lo vio todo. Entonces dio el paso de entrar en política para levantar la bandera de la libertad que siempre intentan arriar los terroristas".

Aznar destacó que San Gil ha trabajado desde entonces por la libertad de todos. "Ella sabía que eso significaba estar en el punto de mira de los terroristas. Asumió ese riesgo renunciando a cosas tan sencillas como poder pasear con sus hijos de la mano por las calles de su ciudad".

"María, eres un ejemplo para todos nosotros en España y para los jóvenes chilenos que hoy nos acompañan en la Pontificia Universidad Católica de Chile".

Los grandes desafíos

Aznar dijo que nos enfrentamos a tres grandes desafíos: una crisis económica, una crisis política y una crisis de ideas.

"Cuando estalló la crisis económica, hubo quienes se apresuraron a certificar la defunción del capitalismo. Olvidan que la libertad económica ha sido y es un potente motor de prosperidad y oportunidades, más sólido y duradero cuando va de la mano de la democracia y el Estado de Derecho".

Para el ex presidente del Gobierno, la economía de libre mercado necesita para funcionar bien un Estado que garantice el cumplimiento de las reglas de juego; necesita seguridad jurídica; necesita instituciones estables y buenas leyes.

"Conviene recordar que la actual crisis obedece más a fallos del Estado y de la regulación que a fallos del mercado.  Por eso, estoy convencido de que para salir de esta crisis es imprescindible recuperar los principios de la libertad, la responsabilidad y la transparencia. Así se podrá recobrar la confianza para que vuelva a funcionar correctamente la economía de libre mercado y el sistema financiero internacional".

Constató Aznar que no todos los países saldrán ni igual de rápido ni igual de bien de la crisis. "Las  decisiones políticas que adopte cada nación determinarán si sale antes o después, y su mejor o peor posición en el futuro".

También consideró que el camino para superar la crisis implicará fomentar más libertad y apertura en las relaciones económicas, y no menos; exigir más transparencia y responsabilidad a los agentes económicos, y no menos; recurrir menos a la protección y al cierre de fronteras, y no más; tener una política fiscal austera para que sean los ciudadanos y las empresas las que tomen las decisiones, y no los políticos o los burócratas.

"En definitiva, creo que cuanto más mercado, más libertad, más transparencia y más responsabilidad haya, antes se saldrá de la crisis y se recuperará la senda de la prosperidad".

Terrorismo

Dijo Aznar que "los enemigos de la libertad no descansan. Lo vimos con crudeza el 11 de septiembre de 2001. Los terroristas inauguraron la era del terror global. Nadie, en ningún lugar, es ajeno a esta amenaza, como hemos vivido hace pocas semanas en Bombay".

Sin embargo, para José María Aznar, el terrorismo no es la única amenaza. "Hoy vemos también cómo naciones en las que las libertades han retrocedido dramáticamente  desarrollan una política exterior cada vez más agresiva".

"Y no es casualidad que, pese a las diferencias ideológicas profundas, esas naciones busquen tejer alianzas frente a lo que consideran su enemigo común: las naciones libres basadas en la democracia, el Estado de Derecho y el respeto a los derechos humanos. Un ejemplo de estas alianzas lo hemos visto recientemente con la creciente cercanía entre Chávez, Mevdevev y el régimen de los ayatolás".

Aseguro que hay que extender la libertad en todos los países del mundo e instó a los jóvenes chilenos a que esa "será vuestra principal tarea como jóvenes que inician su trayectoria política, porque lo es de todos los que estamos comprometidos con la causa de la libertad".

Para el dirigente de FAES, el mundo de las ideas también sufre una crisis profunda. "En el seno mismo de las sociedades libres se escuchan voces poderosas que cuestionan sus propios cimientos".

"Pero los principios importan. No todo tiene el mismo valor. No todo es equiparable. No debemos caer en el relativismo moral de quienes consideran que vale lo mismo el Estado de Derecho, la igualdad entre hombre y mujer, o la independencia de los jueces que el afán opresor del fundamentalismo islámico".

Aznar cree que "este relativismo contaminado por la corrección política socava los cimientos sobre los que se basa el mundo libre y constituye una amenaza para las raíces mismas de Occidente. Y una sociedad que pierde sus raíces está condenada al fracaso".

Sin embargo, para el presidente de Honor del PP, "las ideas son importantes y tienen consecuencias. En política las ideas triunfan cuando son aceptadas por la mayoría. Pero ese triunfo sólo es decente y merece la pena si esas ideas están basadas en principios correctos. Debemos tener el coraje de defender nuestras ideas sin complejos aunque muchas veces sea necesario remar contracorriente".

Iberoamérica

Defendió que el mejor futuro para Iberoamérica está en reafirmar los principios y valores que sustentan la civilización occidental. "No todo el mundo piensa igual. Hay mucha gente que está trabajando para alejar a Iberoamérica de su matriz occidental y construir una sociedad sin libertades, dividida y cerrada".

"Por desgracia ese proyecto político, basado en una reedición ideológica del marxismo más radical, tiene una agenda política muy activa para toda esta región. Es una agenda que pretende desmantelar la democracia liberal. Para ello se vale de las viejas tácticas de la guerrilla revolucionaria. Pero ahora también utiliza las vías de la democracia para hacerse con el poder, y enseguida desmantelar desde dentro esa democracia y el Estado de Derecho".

Entres estas tácticas enumeró la suspensión de la libertad de prensa, la persecución del pluralismo político y en eliminar los límites y contrapesos al poder.

"Quienes pretenden implantar en Iberoamérica el socialismo, que ahora llaman del siglo XXI, buscan establecer alianzas estratégicas con naciones no democráticas. Intentan transformar la sociedad de ciudadanos libres e iguales en una sociedad grupal de colectivos enfrentados entre sí. En definitiva, su objetivo es imponer un modelo totalizante que dicte y planifique el proyecto vital de las personas".

Frente a esto, destacó la "agenda de la libertad". "Es la agenda de la democracia y el respeto por los derechos humanos. Es la agenda de las libertades individuales y la dignidad de la persona. Es la agenda del imperio de la ley, de las instituciones democráticas sólidas, del pluralismo político, de la separación de poderes, del respeto a la libertad de expresión y de la apertura al mundo".

Obama

Dijo Aznar que el presidente Obama encarna "una esperanza para millones de personas que quieren que la libertad y el progreso se consoliden en Iberoamérica".

"El presidente Obama tendrá que hacer frente a muchos retos, pero es esencial que los demócratas de Iberoamérica cuenten con el apoyo de esa gran nación que son los Estados Unidos de América".

Aznar puso como ejemplo la transición de España a la democracia hace 30 años en la que "los españoles nos pusimos de acuerdo en un gran proyecto nacional" y destacó el despegue económico durante sus ocho años de gobierno.  "Mi país en ese periodo avanzó de forma muy significativa. Se crearon casi cinco millones de nuevos empleos. Históricamente en España nunca habían trabajado más de trece millones de personas, de un total de cuarenta millones de habitantes". 

"Cuando terminó mi mandato trabajaban casi dieciocho millones de personas y el paro se había reducido a la mitad. La renta per cápita, que en 1975 suponía el 75% de la renta media de la Unión Europea era, veinte años después, cuando llegué al Gobierno, exactamente la misma: el 75% de la media europea. Después de ocho años del Gobierno del Partido Popular, subió hasta el 86% de esa renta comunitaria".

Y aseguró que ese éxito se debió a "mantener los acuerdos básicos de convivencia nacional en libertad que nacieron en la Transición a la democracia. Porque la libertad y la estabilidad institucional traen con el tiempo la confianza necesaria para crecer".

"La segunda, y esto es muy importante, fue aplicar una política firme y decidida que devolviera la iniciativa a las personas. Ésa es la razón del éxito de las políticas de liberalizaciones y privatizaciones, de las bajadas de impuestos, de la contención del gasto público y de la estabilidad presupuestaria".