L D (EFE) Aznar participó este martes en el mitin del PP celebrado en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, al que asistieron unas 6.000 personas, según los organizadores, y que tuvo que interrumpirse en cuatro ocasiones debido a las protestas de varios grupos de jóvenes que criticaban la política del Gobierno en la guerra de Irak. El jefe del Ejecutivo intentó evitar conatos de agresión pidiendo a los presentes en el acto que dejaran salir tranquilos a quienes protagonizaron los incidentes con pancartas de "no a la guerra" y "asesinos". Mientras eran desalojados y entre gritos de "¡presidente!" se sentó a los pies del escenario y también aprovechó para saludar a los militantes ubicados en las sillas más cercanas a él.
Aznar se dirigió a los que expresaron sus protestas, que obligaron a parar el mitin durante casi diez minutos, para señalar que no se dan cuenta de que la democracia consiste en respetar a los demás y "no les vendría mal ajustarse a las reglas". "Algunos hacen estas cosas e intentan sacarnos del mapa porque les vamos a ganar estas elecciones y las siguientes y eso les sienta mal a ellos, pero a España, a Asturias y a Oviedo les sienta bien" agregó Aznar, quien dijo que lo único que consiguieron con sus protestas es que él se quedara más tiempo en Asturias, "hacer un rato el ridículo" y "hacerse unas fotos". Una vez recobrada la calma, y con un "¡vamos allá!", el presidente retomó su discurso.
El jefe del Ejecutivo pidió a los que pretenden reeditar pactos con los terroristas, en alusión al PNV, que respeten las normas porque con los asesinos "no hay nada que pactar, sólo derrotarles". También aprovechó para defender la cohesión territorial y rechazó propuestas de federalismo, al tiempo que pidió que la Constitución se mantenga "tal cual, y no se juegue con ella". Asimismo, Aznar destacó los logros de su Gobierno y los proyectos de futuro, como la creación de 400.000 nuevas plazas de guardería para conciliar la vida familia y laboral, y calificó la labor de Francisco Alvarez Cascos (presente en el mitin) como la del "mejor ministro de Fomento de la Historia de España".
Además, pidió que el 25 de mayo se dé un ejemplo de "serenidad, responsabilidad y humildad" mientras "otros" se quedan "con la ira y con los gritos". A la salida del acto, grupos de jóvenes insultaron a los que habían asistido al mismo, que respondieron gritos a quienes les increpaban. Unos y otros estaban separados por vallas y un cordón policial.
Aznar se dirigió a los que expresaron sus protestas, que obligaron a parar el mitin durante casi diez minutos, para señalar que no se dan cuenta de que la democracia consiste en respetar a los demás y "no les vendría mal ajustarse a las reglas". "Algunos hacen estas cosas e intentan sacarnos del mapa porque les vamos a ganar estas elecciones y las siguientes y eso les sienta mal a ellos, pero a España, a Asturias y a Oviedo les sienta bien" agregó Aznar, quien dijo que lo único que consiguieron con sus protestas es que él se quedara más tiempo en Asturias, "hacer un rato el ridículo" y "hacerse unas fotos". Una vez recobrada la calma, y con un "¡vamos allá!", el presidente retomó su discurso.
El jefe del Ejecutivo pidió a los que pretenden reeditar pactos con los terroristas, en alusión al PNV, que respeten las normas porque con los asesinos "no hay nada que pactar, sólo derrotarles". También aprovechó para defender la cohesión territorial y rechazó propuestas de federalismo, al tiempo que pidió que la Constitución se mantenga "tal cual, y no se juegue con ella". Asimismo, Aznar destacó los logros de su Gobierno y los proyectos de futuro, como la creación de 400.000 nuevas plazas de guardería para conciliar la vida familia y laboral, y calificó la labor de Francisco Alvarez Cascos (presente en el mitin) como la del "mejor ministro de Fomento de la Historia de España".
Además, pidió que el 25 de mayo se dé un ejemplo de "serenidad, responsabilidad y humildad" mientras "otros" se quedan "con la ira y con los gritos". A la salida del acto, grupos de jóvenes insultaron a los que habían asistido al mismo, que respondieron gritos a quienes les increpaban. Unos y otros estaban separados por vallas y un cordón policial.