(Libertad Digital) Uno de los temas anunciados para la sesión de control al Gobierno de este miércoles era el accidente del Yakolev en Turquía en el que murieron 62 militares españoles. El PSOE quiere que se reabra una comisión de investigación tras las últimas denuncias de familiares de las víctimas y Jesús Caldera, portavoz parlamentario socialista, ha sido el encargado de formulas la pregunta.
Saliéndose de la formulación de la pregunta tal y como estaba registrada, Caldera acusó al Gobierno de "malos gestos" hacia las familias de las víctimas y de "ocultación de datos". Tras recordar las quejas formuladas en los últimos días por familiares de los militares fallecidos, Caldera definió el término patriotismo, según lo entiende su grupo: "Patriotismo es tener el coraje de buscar la verdad aunque a uno le perjudique".
El presidente del Gobierno, José María Aznar, contestó a esta primera interpelación con brevedad: "El Gobierno no sólo no impide sino que facilita" la investigación del accidente y la atención a los damnificados.
En su turno de réplica, el socialista criticó que la respuesta de Aznar no cuadra con la negativa a una nueva comisión de investigación. Caldera recordó que los familiares han detallado varias irregularidades tanto en el Yak-42 como en el repostaje y en la organización del vuelo. Pero en este momento lanzó la acusación que poco después se volvería en su contra. Explicó que el Gobierno negó que hubiera quejas previas de los militares, "y luego se demostró que era falso". Aquí, Caldera –como está haciendo sistemáticamente el PSOE– preguntó por la opinión de Mariano Rajoy al respecto. Tras ello, y al considerar que no tenía "ninguna confianza ñeque el Gobierno atienda a las familias", lanzó su consejo: "al menos les diré algo. Jamás presuman de superávit presupuestario mientras envía a los militares en aviones inseguros".
José María Aznar zanjó su turno último de respuesta recordando que hay "dos investigaciones, una técnica y otra judicial que no han terminado sus trabajos". En este sentido expresó su deseo de que "se haga los más pronto posible". De hecho, Aznar dijo que cuando acaben esos trabajos "algunos van a tener que pedir excusas", en referencia a los grupos de la oposición.
Después lamentó "si en algún caso no hemos conseguido atender bien a las familias" de los militares fallecidos. Eso sí, "sentimiento por sentimiento nos quedamos con el nuestro que es ayudar a las familias y no el suyo que es sacar provecho del dolor de las familias", apuntó Aznar entre el revuelo de los bancos de la oposición. Los abucheos crecieron cuando Aznar empezó su frase de cierre: "Somos personas bastante humildes... y podemos aceptar hasta lecciones de patriotismo, pero no de faltar a la verdad", añadió Aznar, para terminar apuntando que aún menos si esas acusaciones proceden "de una persona que ha acreditado en esta cámara falsificación de documentos", en directa referencia a Jesús Caldera y al episodio más escandaloso del accidente del Prestige en el que presentó un informe de la Capitanía General de La Coruña, filtrado, corregido y con párrafos borrados con "typex".