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Aznar, contra el "lenguaje viscoso" y los "grotescos juegos de palabras"

Emotiva entrega de premios "La puerta del recuerdo" del Observatorio Internacional Víctimas del Terrorismo del CEU. Los premiados José María Aznar, Álvaro Uribe, Covite y Guillaume Denoix coincidieron en dos aspectos fundamentales: el respeto al Estado de Derecho y el reconocimiento a las víctimas.

En un momento en el que el fantasma de la negociación vuelve a estar presente y con una posible legalización de Batasuna-ETA para permitir su vuelta a los ayuntamientos en el horizonte, José María Aznar advirtió que ni el "lenguaje viscoso" de Batasuna-ETA ni los "grotescos juegos de palabras" de otros sirvan para que ETA esté de nuevo en las instituciones. De ser así,  "la justicia hacia las víctimas será reemplazada primero por la resignación y luego por el silencio"y "habremos preparado nuestra propia derrota".

Palabras de Aznar que cobran especial valorar por el lugar donde las ha pronunciado. El Observatorio Internacional Víctimas del Terrorismo de de la Fundación San Pablo CEU que dirige Cayetano González entregó este miércoles en una gala en el Casino de Madrid los Premios Internacionales "La puerta del recuerdo", en su segunda edición. En la categoría de "Lucha contra el terrorismo" el premio nacional fue para el ex presidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, y el internacional para el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE) recibió el galardón nacional al "Coraje Cívico" y el internacional recayó en Guillaume Denoix de Saint Marc, presidente de la Asociación Frances a de Víctimas del Terrorismo.

Cayetano González, artífice de los congresos internacionales de víctimas del terrorismo y de estos premios, con su trabajo al frente del Observatorio, fue el encargado de abrir la gala, con un discurso en el que agradeció especialmente a José María Aznar y Álvaro Uribe –Colombia acogió en Bogotá y Medellín, dos de estos congresos– su apoyo decidido al trabajo del Observatorio. En estos tiempos en los que tanto se habla del "final del terrorismo", González quiso dejar claro que "el único camino admisible si se quiere respetar tanto el Estado de Derecho como la Memoria de las víctimas del terrorismo, es el de la aplicación estricta de la ley y solo de la ley, sin atajos de ningún tipo".

Una idea que presidió todo el acto. Todos los premiados hicieron hincapié en ese estrecho vínculo que une la memoria y la dignidad de las víctimas con el imperio de la ley, del Estado de Derecho y, en definitiva, la justicia. Uno de los más enérgicos fue Aznar, con una intervención muy pegada a la actualidad, en la que rechazó que "un lenguaje viscoso, pensado no para condenar el terrorismo sino para evitar esa condena, se considere suficiente para abrirles las puertas del sistema del que siguen siendo enemigos y al que quieren destruir".

"No es decente hablar de todas las víctimas. Víctimas que merezcan nuestro reconocimiento sólo son unas: las víctimas inocentes; las asesinadas por la bomba de un terrorista, no el terrorista que muere al estallarle la bomba que preparaba para matar", añadió Aznar, al tiempo que se mostró convencido de que "somos muchos los que no suscribiremos ninguna vuelta atrás en el terreno ganado con tanto sacrificio". Sin embargo, en un momento determinado de su discurso se detuvo y repitió en dos ocasiones y con énfasis: "La democracia no debe hacer transacciones, debe triunfar".

También Arantza Quiroga, presidenta del Parlamento Vasco, se mostró especialmente contundente a la hora de rechazar un escenario de nueva negociación con los terroristas. "Estamos hablando de un exterminio sistemático de seres humanos, no de una guerra entre vascos", y rechazó que las víctimas se conviertan también en "víctimas de la paz". Desde sus asientos, escuchaban atentos Mariano Rajoy y Antonio Basagoiti.

Quiroga se pronunció así al entregar el galardón a Silverio Velasco, portavoz de COVITE, en reconocimiento a su espíritu de resistencia, por el trabajo realizado durante años en un clima de coacción y amenaza, y en condiciones sociales y políticas muy adversas. Velasco recibió el calor y cariños de muchas víctimas presentes, de dentro y fuera del País Vasco, como Pilar Elías, Irene Villa o Teresa Jiménez Becerril, entre otras.

El lapsus de Aguirre y la emotividad de Uribe

Si hay un país que ha sufrido los embates del terrorismo ese es Colombia. Durante décadas la narcoguerrila de las FARC, junto a otros grupos vínculados al narcotráfico y a organizaciones terroristas de extrema izquierda y extrema derecha –una mezcla explosiva– han sumido a la nación colombiana en el terror y, hasta hace algún tiempo, la desesperanza. Pero si ha habido un presidente que ha sabido enfrentarse a los terroristas, devolver la esperanza los colombianos y colocar al país en la senda de la libertad y la prosperidad ese es Álvaro Uribe. Pocos premios más justificados que éste a la "Lucha contra el terrorismo", concedido al ex presidente de Colombia.

En este mismo sentido se manifestó la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, al entregar el galardón. Fue el momento también de la anécdota de la gala. Al saludar a todas las autoridades presentes, Aguirre se refirió a Mariano Rajoy como "presidente del PP de Madrid". Un lapsus que provocó no pocas risas y murmullos en la sala. Aguirre expresó su admiración tanto a Uribe como Aznar por el "patriotismo" y la "valentía" que demostraron a la hora de enfrentarse al terrorismo durante sus mandatos. De Uribe, Aguirre dijo que "es uno de los mejores presidentes que ha tenido Hispanoamérica en las últimas décadas", por haber impulsado la "libertad, seguridad, bienestar y progreso" de los colombianos. La presidenta madrileña destacó que Uribe basó su política en la premisa de que "la seguridad es un requisito indispensable para la libertad".

El momento más emotivo de la gala llegó de la mano de Álvaro Uribe, que nada más recoger el galardón llamó a Frank Pinchao. Luciendo el uniforme de la policía colombiana, repleto de medallas en la pechera, este suboficial subió al estrado y Uribe le entregó el premio, en representación de los "héroes" de la policía y fuerzas armadas colombianas que luchan en primera línea contra a narcoguerrila. Pinchao estuvo siete años secuestrado por las FARC. Logró huir y sobrevivir solo en plena selva. Gracias a él, el ejército consiguió las coordenadas para localizar el campamento donde los terroristas tenían a Ingrid Betancourt, con quien compartió cautiverio. Uribe recordó también a todos los policías y militares que han entregado su vida en el combate contra el terror y a los casi dos mil compañeros de Pinchao que han sido mutilados.

"Apoyen a estos héroes, la policía de Colombia", concluyó, entre aplausos, el ex presidente.

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