L D (EFE) El jefe del Ejecutivo, en un acto celebrado en el palacio Miramar de San Sebastián junto a los candidatos y miembros del PP en el País Vasco, criticó el "ejercicio permanente de engaño" de los nacionalistas vascos y consideró que ya se sabe qué es lo que quieren decir "cuando hablan de paz y manchan esa palabra con sus actitudes cínicas". En consecuencia, señaló que cada vez les cree menos gente, pero "sólo les queda huir hacia adelante a lomos del engaño formidable que han montado". "Engañaron a la sociedad vasca cuando hablaban de paz, la engañaron cuando desmentían pactos con los terroristas y cuando nos daban el pésame por nuestros compañeros asesinados mientras tejían un acuerdo vergonzoso de exclusión y de limpieza ideológica en el País Vasco", añadió Aznar.
Esa actitud cree que se sigue manifestando también ahora "cuando llaman pacto de convivencia a lo que simplemente es el de la demolición y la ruina económica social y política del País Vasco" y cuando hacen creer que su problema es "con Madrid" y no con los "cientos de miles de vascos que no van a pasar por el aro del señor Ibarretxe ni por el de su partido". Frente a ello, Aznar dijo que el PP responde con serenidad hablando a la "razón" y al "corazón" de los vascos, momento en el que invitó a preguntarse dónde está el camino que asegure objetivos como el fin del terrorismo y mantener el progreso de España.
El presidente dijo que no cree que la respuesta pueda hallarse en el plan Ibarretxe, que subrayó que "sólo desde el cinismo puede llamarse de convivencia" cuando se trata de "una imposición de la fractura de la sociedad vasca"."No es un proyecto para Europa, sino el camino más rápido para el aislamiento; no es un camino para el bienestar, sino la cuesta abajo hacia el empobrecimiento de la sociedad vasca; no es la garantía de libertad, sino la cesión y rendición ante el terrorismo", agregó. Por ello, Aznar señaló que nadie puede extrañarse de que los terroristas, "después de pensárselo, se pongan tan contentos ante esos planes" y se preguntó cómo no van a hacerlo si les da la razón y es "el único motivo de alegría que les queda". Aznar confió en que eso sea así por poco tiempo, y, "para bien del País Vasco", propuso a Ibarretxe un pacto "muy sencillo y de sentido común a cualquier demócrata: no dar alegrías a los terroristas".
Aznar, que elogió el trabajo de la candidata popular a la Alcaldía de San Sebastián, María San Gil, rechazó las acusaciones al PP de crispar la vida política y advirtió que en el mundo nacionalista "se reparten el trabajo" y unos "insultan" por haber ilegalizado Batasuna mientras que otros "van con el cesto en la mano pidiendo el voto útil" de quienes apoyaban a esa formación.
Esa actitud cree que se sigue manifestando también ahora "cuando llaman pacto de convivencia a lo que simplemente es el de la demolición y la ruina económica social y política del País Vasco" y cuando hacen creer que su problema es "con Madrid" y no con los "cientos de miles de vascos que no van a pasar por el aro del señor Ibarretxe ni por el de su partido". Frente a ello, Aznar dijo que el PP responde con serenidad hablando a la "razón" y al "corazón" de los vascos, momento en el que invitó a preguntarse dónde está el camino que asegure objetivos como el fin del terrorismo y mantener el progreso de España.
El presidente dijo que no cree que la respuesta pueda hallarse en el plan Ibarretxe, que subrayó que "sólo desde el cinismo puede llamarse de convivencia" cuando se trata de "una imposición de la fractura de la sociedad vasca"."No es un proyecto para Europa, sino el camino más rápido para el aislamiento; no es un camino para el bienestar, sino la cuesta abajo hacia el empobrecimiento de la sociedad vasca; no es la garantía de libertad, sino la cesión y rendición ante el terrorismo", agregó. Por ello, Aznar señaló que nadie puede extrañarse de que los terroristas, "después de pensárselo, se pongan tan contentos ante esos planes" y se preguntó cómo no van a hacerlo si les da la razón y es "el único motivo de alegría que les queda". Aznar confió en que eso sea así por poco tiempo, y, "para bien del País Vasco", propuso a Ibarretxe un pacto "muy sencillo y de sentido común a cualquier demócrata: no dar alegrías a los terroristas".
Aznar, que elogió el trabajo de la candidata popular a la Alcaldía de San Sebastián, María San Gil, rechazó las acusaciones al PP de crispar la vida política y advirtió que en el mundo nacionalista "se reparten el trabajo" y unos "insultan" por haber ilegalizado Batasuna mientras que otros "van con el cesto en la mano pidiendo el voto útil" de quienes apoyaban a esa formación.