L D (EFE) El portavoz socialista en la Cámara de Vitoria y coordinador de la Ejecutiva del PSE, Rodolfo Ares, explicó que su grupo había adoptado esta decisión para que el Alto Tribunal y la Fiscalía "conozcan con detalle" la posición que ha mantenido cada grupo en torno al cumplimiento del auto de disolución, de cara a las futuras actuaciones legales contra quienes se han opuesto a ella. Los socialistas han tomado esta decisión después de que en la reunión de este viernes por la mañana en la Junta de Portavoces preguntaran al presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, si en el escrito que ha remitido al Supremo comunicándole, "según él, la imposibilidad de aplicar el auto", había incluido las actas, tal y como se lo había solicitado el propio grupo socialista.
En los pasillos del Parlamento Ares dijo Atutxa les ha informado de que no ha remitido las actas al Supremo y que "no tiene intención de hacerlo por ahora". Al considerar "trascendente" que el Tribunal Supremo y la Fiscalía General del Estado conozcan de manera "escrita y estricta" la posición de cada grupo en la Mesa y la Junta de Portavoces, "quienes hemos exigido siempre el cumplimiento de las resoluciones judiciales y quiénes han estado buscando excusas para no hacerlo", el PSE-EE ha tomado esta decisión. Ares se refirió a la decisión de ayer de la Sala especial del Tribunal Supremo de remitir el citado escrito de Atutxa a la Fiscalía para que emprenda las acciones oportunas por el incumplimiento de la disolución y al anuncio de que adoptará las medidas para hacerla efectiva. A juicio del portavoz socialista, la decisión del Supremo es "absolutamente oportuna", porque es "necesario que la Justicia tome las medidas necesarias para que sus sentencias y decisiones se cumplan".
Añadió que estas actuaciones judiciales son "totalmente lógicas y proporcionadas al desafío al Estado de derecho puesto en marcha por el presidente de la Cámara con el apoyo de los grupos que sustentan al Gobierno". Tras recordar que "las leyes están para ser cumplidas", el portavoz parlamentario de los socialistas vascos consideró que "quien desafía a la Justicia tiene que asumir sus propias responsabilidades y las consecuencias que de las mismas pueden derivarse. Por último, afirmó que la estrategia de "desobediencia" puesta en marcha por el tripartito PNV-EA-IU "no tiene como objetivo defender la soberanía e inviolabilidad del Parlamento Vasco, sino evitar la disolución del grupo parlamentario que emana de la fuerza política disuelta por formar parte del entramado de ETA".
En los pasillos del Parlamento Ares dijo Atutxa les ha informado de que no ha remitido las actas al Supremo y que "no tiene intención de hacerlo por ahora". Al considerar "trascendente" que el Tribunal Supremo y la Fiscalía General del Estado conozcan de manera "escrita y estricta" la posición de cada grupo en la Mesa y la Junta de Portavoces, "quienes hemos exigido siempre el cumplimiento de las resoluciones judiciales y quiénes han estado buscando excusas para no hacerlo", el PSE-EE ha tomado esta decisión. Ares se refirió a la decisión de ayer de la Sala especial del Tribunal Supremo de remitir el citado escrito de Atutxa a la Fiscalía para que emprenda las acciones oportunas por el incumplimiento de la disolución y al anuncio de que adoptará las medidas para hacerla efectiva. A juicio del portavoz socialista, la decisión del Supremo es "absolutamente oportuna", porque es "necesario que la Justicia tome las medidas necesarias para que sus sentencias y decisiones se cumplan".
Añadió que estas actuaciones judiciales son "totalmente lógicas y proporcionadas al desafío al Estado de derecho puesto en marcha por el presidente de la Cámara con el apoyo de los grupos que sustentan al Gobierno". Tras recordar que "las leyes están para ser cumplidas", el portavoz parlamentario de los socialistas vascos consideró que "quien desafía a la Justicia tiene que asumir sus propias responsabilidades y las consecuencias que de las mismas pueden derivarse. Por último, afirmó que la estrategia de "desobediencia" puesta en marcha por el tripartito PNV-EA-IU "no tiene como objetivo defender la soberanía e inviolabilidad del Parlamento Vasco, sino evitar la disolución del grupo parlamentario que emana de la fuerza política disuelta por formar parte del entramado de ETA".