L D (EFE) Los proetarras, que iban encapuchados, actuaron una media hora después de la medianoche. Tres de los cinco cócteles molotov lanzados impactaron contra la subdelegación, uno lo hizo contra una farola y el otro acabó en el suelo. Además, arrojaron octavillas en euskera en las que se podía leer "la represión no es el camino".
El ataque, según fuentes de la Delegación del Gobierno, fue "rápido y organizado". Duró menos de un minuto, tiempo en el cual los miembros del grupo de proetarras actuaron de forma coordinada. Los terroristas callejeros accedieron a la sede de la Subdelegación desde la calle Cuchillería. Allí hicieron una barricada de fuego para cegar las cámaras de seguridad. A continuación, arrojaron los cinco artefactos y huyeron de nuevo por la misma calle.
Este último episodio de terrorismo callejero se suma a los que se siguen sucediendo pese al alto el fuego. El pasado domingo, los radicales incendiaron un cajero automático de una sucursal bancaria en la localidad vizcaína de Sestao. El ataque se registró minutos después de la medianoche en una oficina que el BBVA tiene en la calle Gran Vía. Los terroristas callejeros colocaron en el cajero exterior de la sucursal un trapo impregnado en líquido inflamable y lo prendieron fuego, inutilizando el equipo.
Además de efectivos de la Ertzaintza, al lugar se desplazó un equipo de bomberos, que sólo tuvo que intervenir para sofocar los últimos restos del incendio provocado en el cajero. Ni entonces ni este viernes se han practicado detenciones.
Este último episodio de terrorismo callejero se suma a los que se siguen sucediendo pese al alto el fuego. El pasado domingo, los radicales incendiaron un cajero automático de una sucursal bancaria en la localidad vizcaína de Sestao. El ataque se registró minutos después de la medianoche en una oficina que el BBVA tiene en la calle Gran Vía. Los terroristas callejeros colocaron en el cajero exterior de la sucursal un trapo impregnado en líquido inflamable y lo prendieron fuego, inutilizando el equipo.
Además de efectivos de la Ertzaintza, al lugar se desplazó un equipo de bomberos, que sólo tuvo que intervenir para sofocar los últimos restos del incendio provocado en el cajero. Ni entonces ni este viernes se han practicado detenciones.