(Libertad Digital) Las amenazas y los ataques contra el PP se están disparando en el último año. Después de que la justicia y las leyes pusieran contra las cuerdas a los terroristas callejeros y arrinconaran a los batasunos que aplauden los atentados terroristas, desde la entrada en la política vasca de una nueva franquicia de ETA los actos de terrorismo callejero se han multiplicado. Esta semana, ETA colocó cuatro bombas en otros tantos juzgados del País Vasco y Navarra.
El mismo día Libertad Digital desvelaba que Santiago Abascal, un histórico del PP al que ha relevado su hijo en la política más activa, encontró en su tienda una pistola de juguete negra y un trozo de plomo. Sólo una semana antes los proetarras destrozaron el buzón de otra concejal del PP, Nerea Alzola, le dejaron a la puerta de su casa una saco que simulaba una bomba y le amenazaron e insultaron.