L D (EFE) No será hasta este domingo cuando formalmente se produzca el relevo durante la clausura de la IV Asamblea General del PNV que se celebra en Bilbao. Xabier Arzalluz, tras ocupar el cargo desde 1980 dejará pasó a Josu Jon Imaz, que se impuso en las elecciones internas a Joseba Egibar. No se esperan grandes cambios del congreso del PNV, que se celebra a puerta cerrada y en el que el propio Arzalluz y su mano derecha, Egibar, son los encargados de defender la ponencia política. Un texto que ahonda en la línea soberanista aprobada hace cuatro años y que no ha recibido enmiendas "sustanciales o ideológicas". Por la tarde, Imaz será proclamado presidente y aunque su primer discurso no llegará hasta la mañana del domingo.
El relevo en la presidencia de la ejecutiva no implicará un cambio en la línea estratégica del PNV, ya que la ponencia política que aprobará la Asamblea sigue en la línea separatista establecida en el anterior congreso, en el año 2000, y concretada después con el "Plan Ibarretxe".
La Asamblea General es el máximo órgano del PNV y se reúne cada cuatro años, aunque su capacidad decisoria es menor que la de los congresos de otros partidos, ya que no nombra a los miembros de la ejecutiva, la elección del presidente es un trámite y las ponencias llegan "muy trabajadas" tras el debate a nivel regional.
La Asamblea General es el máximo órgano del PNV y se reúne cada cuatro años, aunque su capacidad decisoria es menor que la de los congresos de otros partidos, ya que no nombra a los miembros de la ejecutiva, la elección del presidente es un trámite y las ponencias llegan "muy trabajadas" tras el debate a nivel regional.