Arenas y Oreja discrepan en su análisis del nacionalismo catalán frente al vasco

Oreja llamó a la movilización del PP en toda España, y en especial en CCAA y Ayuntamientos, contra una ofensiva nacionalista "que no está por llegar, sino que ya está aquí" y que ha cumplido ya dos de sus tres fases: la desobediencia del Parlamento Vasco ante el Tribunal Supremo y la presentación de un texto articulado del Plan Ibarretxe. La tercera y definitiva llegará con las próximas elecciones autonómicas vascas en las que, auguró, PNV y ETA concurrirán con "una lista única que represente el reagrupamiento de todo el nacionalismo".

Las elecciones, que el nacionalismo querrá convertir en un plebiscito y un referéndum, se celebrarán cuando ETA y PNV lleguen a un acuerdo, momento en que se activarán los trámites parlamentarios para que la consulta se celebre "con el sí de ETA y con el no de España". Para el vicesecretario general del PP en el próximo años vamos a asistir a dos debates simultáneos: uno en superficie entre el nacionalismo vasco y el Estado de Derecho y otro, "de fondo y refugiado en la opacidad y la mentira", entre ETA y el PNV que van a tener que discutir el reparto del poder.

Mayor Oreja aseguró que sabe todo eso no porque sea "un adivino" sino porque es preciso saber leer lo que está sucediendo como ya supo leerlo en la etapa de la "tregua-trampa de ETA". En su intervención advirtió de los cuatro riesgos que afronta la sociedad española ante el Plan Ibarretxe, entre ellos menospreciarlo o no ponerse de acuerdo en que la culpa es sólo del nacionalismo y no del Gobierno de España. La tercera es el riesgo de contagio, como ocurrió en el Pacto de Estella y la subsiguiente asociación de partidos nacionalistas en la Declaración de Barcelona.

Arenas, "ni en conversaciones de café"

El vicepresidente segundo del Gobierno, Javier Arenas, advirtió también del peligro que supone que ERC sea partido de Gobierno en Cataluña aunque pidió que nadie caiga en el error de comparar la situación de esta comunidad con la del País Vasco. "No es comparable y no caigamos en el error de analizar conjuntamente la situación de Cataluña y el País Vasco", dijo Arenas, "no mezclemos, pero seamos conscientes de que puede aparecer un desafío si nos encontramos con un Parlamento catalán en el que ERC sea una fuerza decisiva".

Según Arenas, "en términos de Estado y de sociedad catalana, es extremadamente delicado que tengamos a un parlamento de Cataluña con ERC como fuerza decisiva, porque todos sabemos qué es lo que aporta Esquerra, lo que está sobrando siempre radicalización y crispación", dijo. No obstante, Arenas recordó que, aunque CiU ahora apueste por reformar el Estatuto, durante muchos años ha aportado a la gobernabilidad de España y se ha implicado en la resolución de grandes problemas que ha tenido España. Por ello, no se puede comparar "ni a efectos de conversación de café" la radicalización de CiU con la del PNV, ni la situación en Cataluña con la del País Vasco donde lo que se pretende es la "voladura" de la Constitución.