(Libertad Digital) El ex ministro de Fomento fundamenta su querella en la información aparecida este viernes, donde dentro de un organigrama con nombres y fotos, titulado “la red de corrupción vinculada con el PP”, incluye a Francisco Álvarez Cascos.
Según ha podido saber Libertad Digital, Francisco Álvarez Cascos ha encomendado, tras la oportuna consulta a sus asesores jurídicos en materia penal, la interposición de una querella criminal contra el diario El País al considerar que la información de la página 11 de la edición de este viernes en la que, bajo el título “la red de corrupción vinculada con el PP”, incluye un organigrama con su nombre y con su foto, incurre claramente en los delitos de injuria y calumnia.
Hasta la fecha, Álvarez Cascos había ejercido en dos ocasiones el derecho de rectificación contra el diario “El País” por sus informaciones de los pasados días 16 y 26 de febrero, al entender que, además de falsas, inexactas y mendaces, lesionaban su honor y dañaban su imagen
Según Álvarez Cascos, la información del diario “El País” de este viernes "va mucho más lejos en sus insidias y falsedades" presentando un organigrama con los integrantes de “la red de corrupción vinculada con el PP”, entre los que incluye a Álvarez Cascos, "de manera gratuita y manifiestamente infundada".
La citada imputación supone implicar a los citados con sus nombres y fotos en una red o trama dedicada a cometer actos delictivos tipificados como corrupción, por lo que, más allá del honor y la imagen de las personas falsamente imputadas, constituye un delito de injuria y calumnia cuya depuración compete a los tribunales de justicia, a los que Álvarez-Cascos apela mediante la presentación de esta querella criminal.
El ex ministro del PP ya presentó una querella contra la cadena SER la pasada semana después de que la cadena de Prisa respondiera a un requerimiento de Cascos de rectificación con una llamada amenazante. La SER telefoneó al abogado del popular para advertirle que iban a publicar unos contratos " en Valencia y en Madrid de la empresa del Sr. Cascos, a la que se refería como Aqualia". Álvarez Cascos presentó una denuncia en el Juzgado de Guardia por coacciones y amenazas al entender que la llamada tenía "un carácter disuasorio, de presión, a fin de evitar que el Sr. Álvarez-Cascos pueda hacer valer sus legítimos derechos ante las injuriosas noticias difundidas por aquella emisora".
Esta llamada a la siciliana respondía a una petición de rectificación en la que el ex dirigente popular retrataba con precisión la política informativa de la SER: "Los habituales métodos de la Cadena Ser de deslizar hábilmente en las noticias unas afirmaciones calumniosas sin pruebas dentro de un delicado envoltorio de obviedades y evidencias indiscutibles, para producir el resultado deseado de apariencia de veracidad del conjunto, tiene un nombre castizo: la cancamusa. Pero este truco de dedicar la información a levantar caramillos en el viento, que diría Cervantes, no puede acabar escondiendo o concediendo impunidad al objetivo malicioso perseguido por sus autores, que no es otro que el de dañar mi honor, perjudicar mi imagen y, por extensión, de mi partido y del gobierno del que formé parte, por el expeditivo y antidemocrático método de calumnia que algo queda".