Almallah siguió recaudando fondos para los terroristas mientras militaba en el PSOE

(Libertad Digital) El sirio nacionalizado español Mouhannad Almallah Dabas, a quien el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo envió el lunes a prisión por un delito de pertenencia a organización terrorista, proporcionó alojamiento a autores de los atentados del 11 de marzo del año pasado en Madrid y facilitó tarjetas "ilegales" y documentación falsa a varias personas, entre las que podría estar el dirigente de Al-Qaeda en Europa Amer Azizi, en busca y captura por el juez Baltasar Garzón por su vinculación con la célula desarticulada en España en noviembre de 2001.

 

Según consta en el auto de prisión dictado el lunes por la noche por el instructor del 11-M, Almallah Dabas "seguía realizando presuntas actividades dirigidas a la obtención de fondos de manera ilícita con la que contribuir al sostenimiento de actividades relacionadas con el terrorismo islamista", después de su detención de hace un año por su implicación en los atentados de Madrid.

 

Almallah Dabas fue detenido en marzo de 2004 y quedó en libertad tras prestar declaración ante el juez Del Olmo el día 30 de ese mismo mes. Entonces quedó imputado por un delito de colaboración con organización terrorista y se consideró que su única implicación era haber alquilado una habitación a Basel Ghalyoun, en prisión y considerado uno de los presuntos autores materiales del 11-M, en un piso de la calle Virgen del Coro de Madrid, en el que también vivía Fouad el Morabit (también en prisión por esta causa).

Casi un mes y medio después de quedar en libertad, Mouhannad Almallah Dabas se afilió al PSOE en la agrupación madrileña del barrio de San Blas, el 12 de mayo de 2004. El partido le expulsó tras hacerse pública su detención el pasado viernes en Madrid. Su hermano, Moutaz, fue detenido el sábado en Londres en cumplimiento de la orden de detención internacional librada por el juez Del Olmo. Según la COPE, Moutaz pudo haber sido el que eligió la fecha del 11 de marzo para los atentados.

 

Durante el año en el que ha permanecido en libertad, la Policía ha investigado a Almallah comprobando que "al margen de lo que puede ser la hospitalidad de cualquier persona, especialmente dentro de un ámbito cultural concreto, se evidencia" en su caso una permanencia en el tiempo desde mediados de la década de los noventa, "en actitudes y con relaciones personales denotadoras ya de un nivel de implicación relevante en el islamismo radical".

 

De ahí que su imputación haya pasado de colaboración a pertenencia, puesto que ha desarrollado actividades islamistas "en los ámbitos de adoctrinamiento, proselitismo o captación, obtención de fondos, facilitación de elementos de infraestructura y logísticos", proporcionando albergue, dinero para facilitar traslados, documentación para amparar una identidad que permita los desplazamientos en España y en el extranjero.

 

 

Todo ello "en combinación con la existencia de una red supra-nacional que permitía no sólo la captación de miembros de otros países y su adoctrinamiento en éstos para actividades terroristas islamistas". Además, el juez explica que Almallah, según varios testigos, intentó la captación de personas para compartir la ideología islamista e intervino, "en una posición relevante", en reuniones en el piso de la calle Virgen del Coro de Madrid en el que vivía "al objeto de lograr una asunción de valores propicios para la 'yihad' por parte de los presentes". En dichos encuentros se visualizaban vídeos relacionados con el 'yihadismo'.

 

Así, Almallah, que adoptaba medidas de seguridad para evitar ser descubierto, como la utilización de lugares seguros, en los que sólo permitía el acceso a determinadas personas, pudo haber facilitado la huida del dirigente en Europa de Al-Qaeda del marroquí Amer Azizi, ya que en el registro de su domicilio se han encontrado pasaportes manipulados.

 

 

Según se desprende de la investigación, Almallah Dabas tenía relaciones directas con tres suicidas de Leganés, el 3 de abril del año pasado. Se trata de Serhan Ben Abdelmajib, "Serhane el Tunecino", y Jamal Ahmidan, "El Chino", con quienes fue visto en octubre de 2003, y Asri Rifaat, que la noche del 11 al 12 de marzo de 2004 se alojó en el piso de la calle Virgen del Coro número 11, donde vivía con Ghalyoun y El Morabit.

 

Además, su número de teléfono apareció en la agenda de Rabei Osman El Sayed, "Mohamed el Egipcio", cuando fue detenido en Italia en junio del año pasado. El juez considera que estas relaciones superan la mera hospitalidad cultural propia de la población árabe y decreta su prisión incondicional, "en atención", entre otros argumentos, "a los vínculos con el extranjero, no sólo en Europa, sino en el norte de África y Oriente Medio" que mantiene, lo que podría permitirle huir de la acción de la Justicia a través de miembros de Al-Qaeda.