Mucho han cambiado las cosas en pocos meses en la relación entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, hoy marcada por la tranquilidad y cordialidad. Cerrados los episodios, que tantos quebraderos internos han provocado, de la falsa trama de espionaje en la Comunidad de Madrid y los insultos de Manuel Cobo en El País, el objetivo ahora es hacer piña contra un enemigo común: José Luis Rodríguez Zapatero.
Y con esa coyuntura como telón de fondo se entiende la fotografía que tendrá lugar este viernes por la noche en la caseta del PP de Móstoles, donde el líder nacional entregará a la presidenta regional la "Gaviota de Oro", un tradicional galardón de los populares.
La instantánea tiene otro ingrediente más que alimenta la comidilla en los corrillos políticos. Junto al líder de los populares mostoleños, Esteban Parra, Aguirre y Rajoy fueron los protagonistas del accidente de helicóptero del uno de diciembre de 2005, del que todos salieron ilesos, si bien el jefe de la oposición requirió asistencia médica por una fractura en un dedo y una luxación en otro.
El reencuentro ha sido, incluso, objeto de SMS entre dirigentes populares. "Con los tres del helicóptero juntos vete tu a saber que vibraciones emiten ese día", afirma, con sorna, un diputado autonómico a varios colegas de partido.
La última vez que se pudo ver juntos a Aguirre y Rajoy fue el pasado lunes, en Santiago de Compostela, donde acudieron a la Misa del Peregrino así como al Comité Ejecutivo Nacional del PP.