Aguirre alerta al PP de que el triunfalismo es el "mayor enemigo"
Frente a un Rajoy que sacó pecho por el mejor CIS en diez años, Aguirre reclamó 'pico y pala', y advirtió: "El triunfalismo es el peor enemigo".
La euforia, difícilmente contenida, ha envuelto la reunión de la Junta Directiva Nacional hasta el punto de que, ya a la salida, los integrantes del órgano corroboraban que habían visto a un Mariano Rajoy "casi levitando" que sacó pecho por el mejor CIS en diez años.
Una encuesta, publicada el pasado mes de enero, que daba al PP una ventaja de más de diez puntos con respecto al PSOE, lo que -una vez pasada por la cocina popular- deja entrever una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Tanto los sondeos privados como los realizados para consumo interno son aún más positivos.
Por ello, el líder del PP -y candidato de facto a La Moncloa- no ocultó ante los suyos su optimismo y les marcó el camino para que la brecha con el partido de José Luis Rodríguez Zapatero siga aumentando: empleo, pensiones, políticas sociales y restricción del gasto. Excluye de este 'combo del éxito' la energía nuclear, tras lo acontecido en Japón.
"Ésas son las prioridades del PP de aquí a las elecciones autonómicas y locales", enfatizó María Dolores de Cospedal, para quien eso es "de lo que quieren hablar los españoles". Enfrente, arguyó, se sitúa el Gobierno y el PSOE, más preocupados de "hacer oposición de la oposición".
Una cita, la del 22-M, que Rajoy vende como un auténtico plebiscito de cara a la cita con las urnas a nivel nacional. No se dice en público de forma textual, pero sí que se desliza al afirmar que no se recuerda "en el parlamentarismo moderno una situación como la actual".
En el PSOE, en voz de Cospedal, los candidatos regionales y locales "quieren hacer desaparecer al partido de las siglas y esconder al líder", en referencia a Zapatero. Y es que, tal y como adelantó Libertad Digital, la dirección nacional trabaja con la hipótesis de que el presidente adelante los comicios nacionales una vez constatado el batacazo el 22-M.
La advertencia de Aguirre
Dicho lo cual, los populares quieren seguir con los pies en la tierra, y evitar esa levitación que ya ven a su jefe nacional. "Hay que trabajar. Ir paso a paso", dijo un integrante de la Junta, que pudo comprobar el desplante generalizado de sus integrantes, principalmente aquellos con cargo de relevancia.
Apenas estuvieron barones regionales, y por ello la presencia de Esperanza Aguirre -cada día más recuperada- fue más destacada aún de lo que acostumbra. Y lo hizo por dos factores: en las formas porque Rajoy inició su discurso mentándola, lo cual fue contestado con un caluroso aplauso, y en el fondo porque bajó de la nube a sus colegas.
"El triunfalismo es el mayor enemigo del PP. Lo que tiene que hacer el partido es trabajar, trabajar y trabajar", dijo la presidenta de la Comunidad, en declaraciones a los periodistas. Ya dentro, recibía el cariño de sus compañeros y en voz de varios integrantes estuvo "muy recuperada" y "dicharachera como siempre".
"La Aguirre de siempre", concluyeron desde las filas populares, ésas a las que la presidenta volvió a arengar con su ya mítico 'pico y pala'. No obstante, pocos pueden ya disimular que se ven más pronto que tarde en el poder.
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