L D (EFE) Los acuerdos fueron adoptados durante la reunión de la Diputación Permanente del Parlamento andaluz, que en un principio se reunía para decidir si se debatía de manera extraordinaria y antes de que empiece el próximo periodo de sesiones –1 de septiembre– una proposición no de ley de IU y del Grupo Mixto que pide a la Junta elaborar un informe para pedir al Gobierno que disuelva el Ayuntamiento de Marbella. Después de casi dos horas de debate, los portavoces de IU, Antonio Romero, y del grupo Mixto, Ricardo Chamorro, aceptaron la propuesta del PSOE-A de retirar la iniciativa de la Diputación Permanente, aunque el acuerdo de todos los grupos se sustanció en que no se sometiera a votación, como así ocurrió.
Entre los argumentos esgrimidos, el portavoz socialista, José Caballos, destacó la importancia de que el Parlamento, como institución, consiguiera la "unidad de acción política" contra el gobierno municipal de Marbella, contra Jesús Gil, al que calificó de "araña negra", contra su familia y los tránsfugas que gobiernan ahora, y advirtió de que a partir de ahora "deben saber que la Junta y el Parlamento van democráticamente a por ellos". A cambio de que no se votara la propuesta de IU y grupo Mixto, los grupos acordaron por unanimidad que el Parlamento fije para el 4 de septiembre un debate monográfico en comisión para debatir la situación de Marbella. En el mismo se verán todas las propuestas de disolución u otras iniciativas que hayan presentado o presenten los grupos con el compromiso de intentar consensuarlas, aunque en caso contrario serán debatidas en el pleno de la Cámara.
Los partidos no descartan pedir la disolución, previo informe de la Junta y el Gobierno, y están analizando distintas iniciativas legales y parlamentarias, como instar al Ejecutivo a que solicite a la Fiscalía Anticorrupción que investigue los "turbios" motivos que hay tras la moción censura, o que la Junta intervenga y tutele determinadas materias como el Urbanismo. "Marbella tiene más trampas que una película de chinos y son obvias las abundantes irregularidades y la especulación, por lo que la disolución debe ser una espada de Damocles que apunte a la cabeza de los tránsfugas y hay que investigar la moción sospechosa de ser fraudulenta", aseguró el portavoz socialista, Antonio Caballos. Por su parte, Antonio Sanz, el portavoz popular, abogó porque el Parlamento sea "beligerante" contra el Ayuntamiento de "Gil y los tránsfugas" y sostuvo que la moción "no puede quedar impune, como no cabe margen de confianza con los que fomentan la corrupción y especulación".
Antonio Romero (IU) y Ricardo Chamorro (grupo Mixto) insistieron en que la disolución está "más que justificada, por los miles de millones robados, la necesidad de recuperar" en Marbella la legalidad y porque su alcaldesa "es un melón que está calado". "Para no prolongar la agonía, la Junta debe pedir la disolución y si la quiere negar el Gobierno que lo haga, ya que el verdadero peligro para esta ciudad es que sigan las misma prácticas mafiosas", precisó Romero. Por último, Ildefonso Dell'Olmo (Partido Andalucista) alertó sobre el "grave daño" que está padeciendo Marbella, la Costa del Sol y miles de malagueños y pidió una campaña institucional para "recuperar" su imagen.
Entre los argumentos esgrimidos, el portavoz socialista, José Caballos, destacó la importancia de que el Parlamento, como institución, consiguiera la "unidad de acción política" contra el gobierno municipal de Marbella, contra Jesús Gil, al que calificó de "araña negra", contra su familia y los tránsfugas que gobiernan ahora, y advirtió de que a partir de ahora "deben saber que la Junta y el Parlamento van democráticamente a por ellos". A cambio de que no se votara la propuesta de IU y grupo Mixto, los grupos acordaron por unanimidad que el Parlamento fije para el 4 de septiembre un debate monográfico en comisión para debatir la situación de Marbella. En el mismo se verán todas las propuestas de disolución u otras iniciativas que hayan presentado o presenten los grupos con el compromiso de intentar consensuarlas, aunque en caso contrario serán debatidas en el pleno de la Cámara.
Los partidos no descartan pedir la disolución, previo informe de la Junta y el Gobierno, y están analizando distintas iniciativas legales y parlamentarias, como instar al Ejecutivo a que solicite a la Fiscalía Anticorrupción que investigue los "turbios" motivos que hay tras la moción censura, o que la Junta intervenga y tutele determinadas materias como el Urbanismo. "Marbella tiene más trampas que una película de chinos y son obvias las abundantes irregularidades y la especulación, por lo que la disolución debe ser una espada de Damocles que apunte a la cabeza de los tránsfugas y hay que investigar la moción sospechosa de ser fraudulenta", aseguró el portavoz socialista, Antonio Caballos. Por su parte, Antonio Sanz, el portavoz popular, abogó porque el Parlamento sea "beligerante" contra el Ayuntamiento de "Gil y los tránsfugas" y sostuvo que la moción "no puede quedar impune, como no cabe margen de confianza con los que fomentan la corrupción y especulación".
Antonio Romero (IU) y Ricardo Chamorro (grupo Mixto) insistieron en que la disolución está "más que justificada, por los miles de millones robados, la necesidad de recuperar" en Marbella la legalidad y porque su alcaldesa "es un melón que está calado". "Para no prolongar la agonía, la Junta debe pedir la disolución y si la quiere negar el Gobierno que lo haga, ya que el verdadero peligro para esta ciudad es que sigan las misma prácticas mafiosas", precisó Romero. Por último, Ildefonso Dell'Olmo (Partido Andalucista) alertó sobre el "grave daño" que está padeciendo Marbella, la Costa del Sol y miles de malagueños y pidió una campaña institucional para "recuperar" su imagen.