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A El País no le gusta que sus portadas lleguen a la Audiencia Nacional

Este jueves  Federico Trillo y Soraya Sáenz de Santamaría presentaban en la Audiencia Nacional varias portadas de El Paíscomo ejemplo de las filtraciones judiciales interesadas que están perjudicando a los populares. El periódico responde... atacando a Trillo.

(Libertad Digital) Parece que al rotativo de PRISA sólo le gusta verse relacionado con la justicia a la hora de recibir jugosos datos de operaciones judiciales bajo secreto de sumario, pero cuando alguien presenta esas informaciones "periodísticas" como prueba de que efectivamente se han dado las filtraciones responde con un tono insultante y ofensivo.

Así ha sido en el artículo editorial que este viernes se recoge en la sección El Acento, con el título "La pequeña daga" dedicada a atacar con notable dureza al político popular, empezando por calificar de "cansino, molesto e insultante" el "espectáculo" del político popular "pinturero defensor de la legalidad", que según El País está "blandiendo herrumbrosas adargas en los juzgados para acabar con los malandrines socialistas, con algún juez pendón y un ministro avieso".

El artículo, que está escrito en un tono que pretende ser irónico pero se queda más bien en insultante, sigue poco menos que calificando a Trillo de "sicario", pues según El País usa como en tiempos de los romanos la "sica", una daga pequeña, que se empleaban para eliminar a "contrincantes políticos".

Si no fuera suficiente con esto, en el comentario de El País se asegura que "siempre que se recupera por el PP la estrategia de la crispación (…) allá aparece nuestro hombre", con lo que volvemos a ver una vez más que para PRISA que aquel que está siendo apaleado intente defenderse no es otra cosa que crispar.

Llama la atención también que, pese a que El País no ha dicho nada sobre el asunto que está en todas las portadas de la prensa y que es de verdadera actualidad, la cacería de Garzón y Bermejo, rescate para atacar a Trillo el caso del Yak-42, haciéndolo además en unos términos que resultan sorprendentes, pues habla de Trillo como "aquel ministro de Defensa que amontonó restos humanos en bolsas sin nombre y engañó y vejó a los familiares".

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