L D (Agencias) En conferencia de prensa en Granada, Valderrama emplazó "a ver cuánto tiempo sigue el señor Aznar defendiendo la integridad de ese texto" y sentenció, según informa la agencia Europa Press , que "lo más piadoso que se puede decir es que está cruzando los dedos y esperando a ver si esto se resuelve de alguna manera que no le obligue a sentarse entre dos sillas". El diplomático insumiso explicó que "excluyendo los motivos psicológicos", al "decir en el mejor de los casos ambigüedades", Aznar ha llevado a cabo una "treta patética", una serie de "regates en corto" y a través de la que, según acusó, "ha ganado un respiro en una actitud inmadura e irresponsable ante lo que está ocurriendo".
Y como no le gustó las razones que esgrimió en su día la ministra Palacio –dedujo que abandonaba por miedo– se refirió a su ex jefa lamentando su "actitud esquizofrénica" que demuestra "falta de percepción de la realidad", exhibida en el duro discurso que pronunció contra Irak ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Valderrama, que dimitió como jefe de la Embajada alegando la "grave crisis de la legalidad internacional que suponen los planteamientos del Gobierno de Bush desde septiembre de 2001", desconfió de "que ninguna de las partes extremas implicadas" en este conflicto, esto es Estados Unidos o Irak, "esté dispuesta a ceder en sus planteamientos esenciales".
Apostó por un “Sí a la vía diplomática, no al carril Bush” y subrayó que, "sobre todo, como ser humano, hay que seguir haciendo todo lo posible para que el conflicto se siga tratando en el marco de Naciones Unidas". También, alabó las masivas manifestaciones contra el conflicto bélico porque, según añadió, la masiva participación en las mismas "dice mucho en favor del equilibrio mental de los ciudadanos".
De igual manera, constató a preguntas de los periodistas que las inspecciones "no pueden continuar sin la plena cooperación iraquí" y, en este sentido, puso de manifiesto que "Irak nunca ha expulsado a los inspectores de Naciones Unidas". Sobre la posibilidad de que el Gobierno estadounidense declare la guerra a Irak al margen de la ONU, dijo que, "leyendo la Constitución Española, habría que manifestarse contra la guerra", a la vez que avanzó que, si esa intervención militar contase con el apoyo del Ejecutivo español, él intentaría materializar su oposición "por la vía jurídica".
Tras reconocer que los iraquíes tienen "antecedentes agresivos", apostilló que, "en el contexto actual, en esa misma zona hay dos países que están invadiendo territorio ajeno, Israel y Siria, y un pueblo sin territorio, el de los kurdos". A su modo de ver, las motivaciones del presidente estadounidense para impulsar esta guerra incluyen no sólo la de hacerse con el petróleo iraquí", sino también la de hacerse con "una posición estratégica en el mapa", para lo que ha emprendido una "lucha por la toma de posesión de la plataforma de Asia Central".
Y como no le gustó las razones que esgrimió en su día la ministra Palacio –dedujo que abandonaba por miedo– se refirió a su ex jefa lamentando su "actitud esquizofrénica" que demuestra "falta de percepción de la realidad", exhibida en el duro discurso que pronunció contra Irak ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Valderrama, que dimitió como jefe de la Embajada alegando la "grave crisis de la legalidad internacional que suponen los planteamientos del Gobierno de Bush desde septiembre de 2001", desconfió de "que ninguna de las partes extremas implicadas" en este conflicto, esto es Estados Unidos o Irak, "esté dispuesta a ceder en sus planteamientos esenciales".
Apostó por un “Sí a la vía diplomática, no al carril Bush” y subrayó que, "sobre todo, como ser humano, hay que seguir haciendo todo lo posible para que el conflicto se siga tratando en el marco de Naciones Unidas". También, alabó las masivas manifestaciones contra el conflicto bélico porque, según añadió, la masiva participación en las mismas "dice mucho en favor del equilibrio mental de los ciudadanos".
De igual manera, constató a preguntas de los periodistas que las inspecciones "no pueden continuar sin la plena cooperación iraquí" y, en este sentido, puso de manifiesto que "Irak nunca ha expulsado a los inspectores de Naciones Unidas". Sobre la posibilidad de que el Gobierno estadounidense declare la guerra a Irak al margen de la ONU, dijo que, "leyendo la Constitución Española, habría que manifestarse contra la guerra", a la vez que avanzó que, si esa intervención militar contase con el apoyo del Ejecutivo español, él intentaría materializar su oposición "por la vía jurídica".
Tras reconocer que los iraquíes tienen "antecedentes agresivos", apostilló que, "en el contexto actual, en esa misma zona hay dos países que están invadiendo territorio ajeno, Israel y Siria, y un pueblo sin territorio, el de los kurdos". A su modo de ver, las motivaciones del presidente estadounidense para impulsar esta guerra incluyen no sólo la de hacerse con el petróleo iraquí", sino también la de hacerse con "una posición estratégica en el mapa", para lo que ha emprendido una "lucha por la toma de posesión de la plataforma de Asia Central".