De ello ha informado Alberto Núñez Feijóo en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal que mantiene con su equipo de gobierno, donde ha precisado también que el ahorro alcanza los 5,1 millones de euros si se tiene en cuenta que el IPC no ha sido actualizado desde los últimos comicios gallegos.
El coste de la preparación de las elecciones caerá de los 14,8 millones de euros que supuso en 2009 a un "máximo" de 9,8 millones de euros que consumirá de las arcas públicas este año. Este "ahorro" ha sido posible tras reducir, entre otras partidas, un 20 por ciento las asignaciones a los partidos políticos.
En todo caso, Feijóo confía en "bajar de esa cantidad" al negociar "rebajas" en alquiler de sedes y programas informáticos.
Se cumpla o no esta última posibilidad, el presidente gallego ha destacado que se trata de la organización de las elecciones "más austera", cerrando así su mandato con la misma "voluntad" con que llegó a Monte Pío. "Está demostrado que hay margen en el ámbito político para ahorrar", ha enfatizado.
El ahorro cifrado se logra en base a una reducción de los representantes de la Xunta en la jornada electoral -sus gratificaciones caen un 10%- y por la eliminación de esas gratificaciones a los altos cargos, mientras que "se mantienen íntegramente" las asignaciones a los ciudadanos que formen parte de las mesas.
Sí caen un cinco por ciento las retribuciones del resto del personal que interviene en el proceso electoral; y también disminuyen un 10 por ciento las aportaciones a las juntas provinciales y de zona y a los propios ayuntamientos para acondicionamiento de locales, montaje y transporte de urnas y cabinas.
Finalmente, se reducirá al "mínimo legal" el número de papeletas y se reutilizarán las cabinas de votación y las urnas electorales. Asimismo, se suprimirá el acto público de difusión de resultados con invitados, limitándose sólo a los medios de comunicación.