El presidente de la Junta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este lunes que los gallegos serán llamados a las urnas el 21 de octubre, el mismo día que acudirán los vascos a votar, en un intento de favorecer la "estabilidad política" en España. Si bien ha revelado que este argumento "decantó definitivamente" su balanza, la importancia de que las cuentas sean elaboradas por el próximo Gobierno ha sido otro de los factores que pesaron en su decisión.
Sobre el primero de los motivos citados, el mandatario ha recordado que en 2011 reclamó que las elecciones generales y las municipales se celebrasen conjuntamente porque "no era bueno ese período de inestabilidad electoral y de permanente competencia partidaria en apenas seis meses". Ahora, por "responsabilidad y coherencia", ha juzgado conveniente asumir la fecha decretada por el lehendakari, Patxi López.
"Me parece razonable, tal y como está en este momento en cuestión el Estado de las Autonomías, no hacer dos convocatorias con una distancia de 130 días", ha profundizado, tras presentarse a sí mismo como "un defensor" del modelo territorial del Estado. En este sentido, ha puesto de manifiesto que separar los dos procesos sería enviar "un mensaje poco edificante a los ciudadanos", para admitir, a renglón seguido, que es "evidente" que la convocatoria de los comicios en Euskadi fue "decisiva" para él.
En cuanto a la segunda de las razones, Feijóo ha hecho hincapié en la importancia de "blindar la necesaria planificación económica" y evitar "dejar sujeto a la incertidumbre electoral" el presupuesto gallego. En este sentido, ha avanzado que ya trasladó a los líderes de la oposición una propuesta para reducir los plazos de constitución del Parlamento para que "el Gobierno salido de las urnas pueda presentar las cuentas de forma inmediata".
"Por parte del PP", ha revelado que ha solicitado a tres consejeros que elaboren los presupuestos del año próximo. "Uno de los compromisos electorales que anunciaré en su momento será la presentación de las cuentas en una fecha concreta", ha proclamado, para remarcar que, si sale reelegido presidente, "habrá presupuestos de forma inmediata". "Cuando celebremos las elecciones, estarán hechos", ha prometido.
"Galicia tiene ante sí nuevamente el reto de hacer unas cuentas públicas que nos permitan mantenernos como la comunidad con menos déficit y la más solvente de España", ha reivindicado, convencido de que "es importante para mantener la estabilidad" que el Gobierno que los elabore sea el que los ponga en marcha.
Otro de los argumentos esgrimidos por el jefe del Ejecutivo gallego para justificar el adelanto de los comicios es la necesidad de "favorecer un mayor entendimiento entre las fuerzas políticas".
Tras constatar que "los últimos acontecimientos dejan ver con claridad que, en la actual situación política en Galicia, ya sólo hay interés en alimentar y hacer crecer la dispuesta partidista" en lugar de "contribuir a que puedan decrecer los problemas del país", Feijóo ha juzgado que es buen momento para llamar a consultas.
Más aún, tal y como ha dicho, porque la "negativa" de PSG y BNG a reducir el número de diputados autonómicos, como propuso el propio presidente, hace vaticinar que la actual "actitud improductiva y de desunión" irá "en aumento".
"Desde el inicio de la Legislatura, Galicia viene tomando decisiones responsables y, a su término, hacer coincidir, como ya ocurrió en 2009, las elecciones gallegas con las vascas es la decisión más responsable que se puede tomar de Galicia para Galicia y de Galicia para el conjunto de la España de las autonomías", ha proclamado el presidente.
A renglón seguido, ha contextualizado estas palabras afirmando que Galicia acudirá a las urnas el próximo 21 de octubre "como la comunidad más estable y solvente", enviando "un mensaje de que es leal y responsable y de que piensa en el interés común del Estado de las autonomías".
Al hilo de esto, ha aprovechado para hacer un resumido balance de su gestión, subrayando que "Galicia fue la comunidad que más y mejor controló el déficit y la más estable económicamente" y que pudo compatibilizar ambos aspectos con el "incremento de plazas públicas" en los servicios públicos.
Ello, junto con el "acierto" en decisiones que "de haberse tomado al mismo tiempo en todas las administraciones, hubiesen situado a España en una situación muy diferente", le ha permitido concluir que "Galicia ha sido parte de la solución de los problemas del Estado". "Me niego a que, ahora, Galicia pueda provocar una mayor inestabilidad", ha remarcado, en alusión a mantener la fecha de marzo de 2013 en lugar de sumarse a la decidida en Euskadi.
A mayores, Feijóo se ha amparado en el "gasto" que supondría "un periodo electoral excesivamente prolongado", en caso de que las elecciones vascas se distanciasen más de cuatro meses de las gallegas.
Preguntado al respecto, ha asegurado que, con la convergencia de ambos procesos electorales, se logrará "un ahorro muy importante" en "incertidumbre e inestabilidad política". "Me parece que eso tiene una dimensión económica, sin duda", ha sostenido, y ha abundado en que evitar "dos campañas con una diferencia de 130 días también es ahorro".
Cuestionado sobre el grado de influencia del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, en la fecha electoral, Feijóo ha aseverado que éste conoció "la fecha definitiva ayer por la noche". "Quiero agradecerle públicamente el máximo respeto a la decisión que le comenté, de adelantar 130 días la fecha electoral", ha enfatizado Feijóo, quien también ha querido poner valor el "apoyo incondicional" de Rajoy.
"Estoy convencido de que él es el primero en aceptar y suscribir que, del mismo modo que cuando nombro conselleiros, es lo que considero oportuno, también cuando decido el día exacto de las elecciones estoy ejerciendo exclusivamente la competencia que me corresponde", ha concluido.
Finalmente, acerca de los motivos por los que demoró el anuncio del adelanto durante cinco días, ha negado que ese plazo constituya "un retraso". "Con todos los respetos, supongo que un presidente autonómico puede pensar, en el ámbito de sus competencias, y pronunciarse, cuando lo considere oportuno", ha zanjado.
"No pienso que si el lehendakari anuncia la fecha, el presidente de la Junta, a las 24 horas, deba decir lo mismo", ha finalizado el líder del Gobierno gallego.