Cuando el caso fue comentado por él mismo hace un año, negó que en su despacho hubiera existido una cámara aunque sí en dos despachos contiguos al suyo. Este lunes, en el transcurso de la sesión de la Comisión de Investigación de los ERE, ha revelado que cuando llegó al cargo, justo en el momento más tenebroso del caso, encontró que en un armario de su despacho había una cámara de videovigilancia en pleno funcionamiento, además de una caja fuerte. Recio informó de la existencia de la segunda, pero no de las cámaras hasta el siguiente año y, en el caso de la de su despacho, hasta ahora.
Según Recio, tras llamar a la autoridad de la Dirección General de Seguridad de la Junta, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, se encontraron otras dos cámaras de videovigilancia, una en el despacho de su jefe de gabinete y otra en la sala de reuniones, sin que pudiera encontrar explicación al respecto, por lo que lo puso en conocimiento de la policía, además de la propia Junta.
Faltan explicaciones
Sin embargo, el consejero no ha podido explicar quién ordenó la colocación de dichas cámaras porque, según su testimonio, las autoridades no fueron concluyentes en sus informes, destacando que seguramente sería una iniciativa tomada en el pasado por la Junta de Andalucía, probablemente relacionada con la seguridad de las personas, explicación que obvia por qué estaba una cámara en el despacho del jefe de gabinete o en la sala de sesiones.
Tampoco explica la intervención del consejero por qué la vigilancia seguía viva en el momento de su toma de posesión, ni explica a quién habían ido a parar las cintas de vídeo desde su instalación hasta la fecha, si se encontraron todas y sus registros correspondientes. Tampoco tiene explicación el silencio guardado desde que las descubrió hasta febrero de 2011.
Encontrado en 2010
Fue en 2010 cuando el equipo de seguridad del propio Consejero Recio encontró un sistema de grabación oculto en dos despachos que utilizan miembros del gabinete de Manuel Recio. Las cámaras estaban instaladas en un despacho anexo al suyo y en la sala de reuniones, grababan las 24 horas y registraban las imágenes en un disco duro dentro de un armario cerrado con llave. Recio quitó importancia al tema ya que una investigación interna puesta en marcha a instancia suya habría determinado que el objetivo de las cámaras era vigilar posibles hurtos en regalos institucionales.
Los hechos se remontaban, al parecer, a la primavera de 2010, «un mes o un mes y medio después» de la toma de posesión del consejero Manuel Recio en sustitución del gaditano Antonio Fernández, que se produjo el 20 de marzo, y están directamente relacionados con el hallazgo de una caja fuerte oculta. Recio contó entonces que "estando un día en mi despacho, mi seguridad me dice que han detectado grabadores en varios sitios de la Consejería. Estoy siendo grabado, concretamente en mi despacho, en la sala de reuniones y en un despacho de una persona de mi gabinete", dijo.
Aunque entonces dijo que ninguna cámara grababa su despacho, este lunes ha revelado que sí fue espiado. Lo que dijo Recio entonces fue que tras realizar unas comprobaciones se encontraron cámaras "no en mi despacho pero sí en la sala de reuniones y en otro despacho de mi gabinete".
Las grabaciones se enviaban "a un armario que hay justo al lado, en la sala de reuniones". Cuando se abrió el armario, "efectivamente, veo que tanto la sala de reuniones como uno de mis asesores están siendo grabados en ese momento. Hay un grabador allí". "Es un disco duro donde se está grabando de forma continua lo que está ocurriendo tanto en mi sala de reuniones como en el otro despacho. Al lado del grabador, hay una caja fuerte", añade.
Recio desconocía la existencia del sistema de grabación y de la caja fuerte y, al igual que él, todas las personas "que en ese momento estaban allí". "Ante esa falta de conocimiento -explicó el consejero- pido que se investigue y, según me comentan, las grabaciones son hechas porque en el pasado parece ser que había algunos hurtos en la Consejería, aquí en los despachos".
"Para tratar de localizar al autor de los posibles hurtos -prosiguió Recio- se pusieron las cámaras en ese armario que es donde estaban los regalos institucionales, y en el otro despacho, pues porque parece que parte de esos regalos también estaban allí".
Curiosamente, el entonces consejero Recio no exigió visualizar las imágenes, por lo que desconoció si sólo correspondían a su etapa como titular del departamento o al periodo anterior.
Según Recio, sólo existía una llave de ese armario, que estaba en poder de su jefa de secretaría, quien ocupa el cargo desde antes de la llegada del nuevo consejero y que, según aseguró, tampoco tenía conocimiento de qué había dentro del armario. "No hay más llaves, la única llave que existe es ésa", insistió el consejero de Empleo.