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Muere Gregorio Peces-Barba, uno de los 'padres' de la Constitución

El político fue ingresado el pasado 16 de julio en el Hospital Universitario Central de Asturias debido a una insuficiencia renal y cardiaca.

El expresidente del Congreso y uno de los 'padres' de la Constitución del 78, Gregorio Peces-Barba Martínez, ha muerto este martes en Oviedo a los 74 años de edad. El político socialista fue ingresado el pasado 16 de julio en el Hospital Universitario Central de Asturias debido a una insuficiencia renal y cardiaca.

Peces-Barba nació en Madrid el 13 de enero de 1938, cursó el Bachillerato en el Liceo Francés de Madrid y estudió la carrera de Derecho en la Universidad Complutense, en la que se licenció –en 1962- y doctoró –en 1971- con una tesis sobre el pensamiento social y político de Jacques Maritain. Además, obtuvo la licenciatura de Derecho Comparado en la Universidad de Estrasburgo.

Sus primeros pasos como profesional de la abogacía los dio en el despacho de su padre, donde coincidió con el abogado José María Mohedano y con el jurista y posterior político Tomás de la Quadra. Hasta 1975, Peces-Barba actuó como abogado defensor en numerosos procesos ante el desaparecido Tribunal de Orden Público (TOP) y en diversos consejos de Guerra -por ejemplo, en 1970 defendió al etarra Víctor Aranda en el Proceso de Burgos-.

En 1966 obtuvo la plaza de profesor numerario de Filosofía del Derecho en la UCM, donde desempeñó, además, el cargo de vicedecano en 1976 y en 1977. Se afilió al PSOE en 1972, cuando el partido se movía, todavía, en la clandestinidad. Tras la muerte del dictador Francisco Franco, fue elegido diputado por Valladolid en 1977.

Junto a Gabriel Cisneros, José Pedro Pérez-Llorca y Miguel Herrero –por parte de UCD-, Miquel Roca i Junyen –por parte de Pacte Democràtic per Catalunya-, Manuel Fraga Iribarne –AP- y Jordi Solé Tura –PSUC-, fue miembro de la Ponencia nombrada por la Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas del Congreso –apodados padres de la Constitución- que elaboró el anteproyecto de la actual Constitución española, sometida a referéndum el 6 de diciembre de 1978, sancionada el día 27 del mismo mes por el Rey Juan Carlos y publicada en el BOE el 29 de diciembre –evitándose el 28, día de los Santos Inocentes, para evitar cualquier tipo de broma-.

Presidente del Congreso y rector de la Carlos III

En las elecciones generales del 1 de marzo de 1979 fue elegido nuevamente diputado socialista por Valladolid, formando parte de la Diputación Permanente y de las comisiones de Reglamento, Mixta Constitución-Reglamento y Justicia.

En 1982 obtuvo la plaza de profesor de Derecho Natural y Filosofía del Derecho en la Complutense, y ese mismo año, el 18 de noviembre, fue elegido presidente del Congreso de los Diputados con 338 votos a favor, 8 en blanco y ninguno en contra. En 1986 decidió no volver a presentarse como candidato a diputado y regresar a la vida académica, centrándose en la creación de la Universidad Carlos III. Desde 1989 hasta 2007 ocupó el puesto de rector, siendo sucedido por el estadista Daniel Peña.

Polémico papel como Alto Comisionado

Peces-Barba dijo en 2004 de Zapatero: "le conozco y le quiero desde que tenía 18 años". Ese mismo año, tras los atentados del 11-M, el nuevo presidente del Gobierno lo nombró Alto Comisionado para la atención a las víctimas del terrorismo, cargo con dependencia directa del presidente del Ejecutivo. El hecho no gustó al PP, que acusó a los socialistas de romper el consenso antiterrorista.

Como Alto Comisionado, Peces-Barba apoyó el llamado proceso de paz que inició Zapatero y trató de convencer a las víctimas de que se sometieran al diálogo con los terroristas, lo que provocó la indignación de la AVT. El socialista dijo que solo acudiría a manifestaciones de apoyo "si hay nuevas víctimas" y que entendía las subvenciones a familiares de presos etarras por "razones humanitarias". Por entonces, algunas víctimas del terrorismo calificaron de "irresponsable" –Gotzone Mora- o de "superflua" –Mikel Buesa- su figura, y en numerosas ocasiones pidieron su dimisión o destitución del cargo.

Pero el mayor hueso de este padre de la Constitución fue el por entonces presidente de la AVT y actual presidente de Voces Contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz, que criticó a Peces-Barba por estar "más cerca de defender a los terroristas que a las víctimas" y que exigió su destitución porque "un señor que miente, no puede representarnos". "La cacería empezó cuando le dije a Peces-Barba que jamás cederíamos ante ETA", declaró Alcaraz en LD en 2009.

En febrero de 2006, anunció su marcha para después del verano, después de encauzar el Alto Comisionado, orientar los "principales problemas de las víctimas" y preparar una nueva Ley de Solidaridad. "Yo no estaba para hacer una gestión ordinaria", admitió el jurista. Después de su marcha, el Gobierno socialista eliminó el cargo.

En noviembre de 2006, Peces-Barba dijo que las críticas de las víctimas le entraban "por un oído" y le salían "por otro porque me parecía que era muy injusto". "Esta gente no me conocía de nada, se ve que debe ser la consigna", dijo.

Los católicos "sólo entienden del palo"

En una entrevista concedida en enero de 2011 a la revista El Magisterio Español, Peces-Barba dijo que "la sociedad española merecería tener un poquito de anticlericalismo por todo lo que hemos soportado, que ha sido mucho". En la misma interviú, el ya exrector de la Carlos III defendió que Educación Para la Ciudadanía "tiene que ser obligatoria" y "la Religión tiene que salir de la enseñanza obligatoria".

Tres meses después, Peces-Barba publicó en El País un artículo en el que decía, sobre los católicos, que "cuanto más se les consiente y se les soporta, peor responden. Sólo entienden del palo y de la separación de los campos".

En los últimos años, Peces-Barba protagonizó otras polémicas, como cuando dijo que a España le "habría ido mejor con los portugueses y sin los catalanes". Estas palabras no gustaron nada al diputado de ERC, Joan Tardá, que llegó a escribir en su Twitter: "Palabras de Peces Barba sobre bombardeos de Barcelona sólo pueden responder a maldad y, dicho en nombre de las víctimas, a ser un enorme hijo de puta".

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