El Congreso de los Diputados recibió el lunes a los cuatro futuros magistrados del TC con un vacío casi total en la Comisión de Nombramientos: sólo seis diputados asistieron a la comparecencia de los cuatro juristas y solo tres formularon preguntas, ninguna de ellas especialmente incómoda.
La líder de UPyD, Rosa Díez, fue una de los cuatro portavoces parlamentarios que asistieron al examen de los juristas propuestos para el TC: Juan José González Rivas y Andrés Ollero, por el PP; Fernando Valdés y Encarnación Roca, por el PSOE. La condición de catalana de esta última favoreció el respaldo a la propuesta por parte de CiU, cuyo portavoz, Jordi Jané, también estuvo presente junto al popular Pedro Gómez de la Serna y al socialista Ramón Jáuregui.
Según informa El Mundo, los portavoces de PNV, IU y Grupo Mixto dejaron sus asientos vacíos y sólo dos diputados más –uno del PP y otro del PSOE- siguieron la sesión. En total, hubo seis diputados.
¿Preguntas incómodas? Ninguna. Gómez de la Serna tuvo enfrente al catedrático de Derecho de Trabajo, Fernando Valdés, que dirigió el Servicio Jurídico del Estado y defendió el veto a la investigación judicial de los fondos reservados, anteponiendo el "secreto de Estado" a la investigación de la financiación de los GAL. El popular no formuló ninguna cuestión respecto a este tema.
Por su parte, Jáuregui tampoco puso en apuros al catedrático de Filosofía del Derecho, Andrés Ollero, al que preguntó si suscribiría una reforma de la Constitución según la cual "todos tienen derecho al matrimonio" –el candidato se pronunció en su momento contra el matrimonio homosexual-.
Los jueces del Supremo Roca y González Rivas, de perfiles más discretos, tampoco tuvieron que enfrentarse a asuntos vidriosos.
Mientras, Rosa Díez denunció que el acto parlamentario era "la representación de una farsa, un paripé: todo está decidido". La portavoz de UPyD añadió que "se han repartido la tarta para que ustedes sepan a quién deben el puesto y obren en consecuencia".