Esperanza Aguirre aprovechó la presentación del historiador Sir John Elliot, que hizo una retrospectiva sobre las relaciones pasadas y presentes de España y el mundo transatlántico, para meter el dedo en la llaga y reflexionar sobre la necesidad de recuperar el estudio de la Historia del país como pomada de cura ante los problemas actuales que azotan a España.
En el Campus FAES, convertido en referente de conocimiento y análisis durante esta primera semana de julio, la presidenta de la Comunidad de Madrid no ahorró elogios hacia Elliot, galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales y cuya clase maestra sobre el vínculo patrio con américa levantó las pasiones del auditorio.
Antes, Aguirre hizo su diagnóstico: “Creo que estudiar Historia, conocer nuestro pasado, nos ayuda a entender mejor nuestro presente”, expuso. Y algo tan sencillo en principio lo entendió como una de las mayores trabas, una vez se hace mal o de forma distorsionada. “Hoy España está excepcionalmente necesitada. Probablemente, uno de los problemas actuales es que se ha descuidado desde la escuela el estudio de la Historia”, afirmó.
Así, cuando “no se tiene interiorizada la narración del pasado” y hay lagunas sobre “cómo hemos llegado a ser lo que somos”, empieza a desquebrajarse el edificio social, como “se ve” en la actualidad a ojos de la líder autonómica. Y de ahí que echara el resto para defender el legado de Elliot, con obras tan destacadas como La España Imperial, La Revuelta de los catalanes o la biografía del Conde-Duque de Olivares.