La juez de Sevilla que investiga los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos ha concluido ya su interrogatorio al exdirector general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía Juan Márquez, al que en la última parte de la comparecencia ha espetado frases como "usted me aburre, ya estoy aburrida" o "me está usted alarmando por momentos".
De este modo, y según han indicado a los periodistas abogados presentes en la comparecencia, la declaración es un "tira y afloja" entre la juez de Instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, y el imputado, que en un momento dado, y preguntado sobre el expediente de Surcolor, ha reconocido que concedió a esta empresa ayudas destinadas a fines distintos para los que habían sido solicitadas.
Así, Márquez ha explicado que la empresa Surcolor pidió una ayuda para financiar parte de la prima de las pólizas de prejubilación, no obstante el imputado concedió la misma a efectos de pagar las nónimas de los trabajadores y el dinero que se debía en seguridad social, una respuesta que ha motivado que la magistrada le haya dicho: "Me está usted alarmando por momentos".
De igual modo, y centrándose en los expedientes de Calderinox y Aglomerados Morell, la juez le ha hecho referencia a que un informe elaborado por Garrigues puso de manifiesto que el imputado no tenía competencias para otorgar ayudas por valor de más de 450.000 euros, pero el exalto cargo ha señalado que "se trata de una empresa privada", de manera que lo que pueda decir "no es palabra de Dios".
Respecto a Calderinox, el imputado ha reconocido que "pidió que se le diera una ayuda individual" al exdelegado provincial de Trabajo y Asuntos Sociales Antonio Rodríguez Cordobés, algo que le "sugirió" el exdelegado provincial de Empleo Antonio Rivas, aunque ha negado que solicitara "que se le metiera" en el ERE. Al hilo, ha dicho que el exparlamentario socialista Ramón Díaz, imputado también en la causa, "conocía que se le había concedido la ayuda", así como que era esta persona quien "negociaba con los sindicatos y participaba en la tramitación administrativa de los expedientes".
Asimismo, y en relación al otro 'intruso' del ERE de Calderinox, el sindicalista de CCOO Antonio Fernández Garzón, Márquez ha negado que fuera él quien solicitara que se le diera una ayuda, sino que fue el propio sindicato quien lo pidió por medio de una carta.