Según los datos que arroja el último Euskobarómetro, el 52 por ciento de los vascos considera "insuficientes" los últimos movimientos de ETA, porcentaje que, en el caso del entorno independentista se reduce al 48 por ciento.
El medidor también equipara a las víctimas de ETA con sus verdugos, asegurando que un 78 por ciento opina que "se debe hacer justicia con las víctimas de ambos bandos". Un 73 por ciento estima también, según el Euskobarómetro, que no debe haber "vencedores ni vencidos" en la derrota de ETA. Asimismo, un 72 por ciento estima que ETA y sus miembros "deben reconocer el error de su historia de violencia y arrepentirse de su pasado".
En total, se ha realizado 1.200 entrevistas en sus domicilios a mayores de 18 años, 400 en cada territorio histórico de la Comunidad Autónoma Vasca, entre el 8 y el 24 de mayo de 2012, según ha dado a conocer el equipo del Euskobarómetro, encabezado por Francisco Llera.
Según la encuesta, un 57 por ciento de los vascos cree necesario un cambio de lehendakari y opina que el PNV ganará las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, Patxi López lidera las preferencias ciudadanas de candidatos.
Por otro lado, un 40 por ciento de los vascos considera "aceptables" las críticas de algunos colectivos y asociaciones de víctimas al "Plan de reinserción de los presos de ETA" presentado por el Ministerio del Interior del Gobierno de Mariano Rajoy, frente a un 25 por ciento que las cree "inaceptables", un 15 por ciento que se muestra indiferente y un 20 por ciento que no emite opinión.
Según esta encuesta, un 43 por ciento de los vascos considera positivas las medidas del lehendakari, Patxi López, para "afianzar el escenario sin violencia y avanzar en la reconciliación", entre las que se encuentran la creación de la 'Ponencia para la paz y la convivencia' acordada en el pleno del Parlamento vasco el pasado 30 de marzo, así como el nombramiento de Jesús Loza como comisionado para la Convivencia y Memoria, frente a un 11 por ciento que las juzga negativas, pero en un contexto sin opinión al respecto (28%) o indiferencia (18%).
Por otra parte, el 33 por ciento de los ciudadanos vascos sigue manifestando tener grandes deseos de independencia, tras un ligero retroceso interanual de 3 puntos, frente al 54 por ciento que dice tener "pocos o ningún deseo de independencia".
Asimismo, un 71 por ciento de los encuestados se muestra relativamente satisfecho con el Estatuto, mientras que los insatisfechos siguen siendo alrededor de uno de cada cinco (20%) y, de celebrarse hoy un nuevo referéndum constitucional se mantendría (37%) la mayoría que votó afirmativamente en el de 1978.
La crisis afecta a los vascos
En cuanto a la situación económica, el 78 por ciento de los ciudadanos vascos dice sentir los efectos de la crisis y el empleo es la mayor preocupación para un 56 por ciento. Sin embargo, más de la mitad de la población sigue viendo con optimismo el futuro en el País Vasco.
El empleo es la mayor preocupación para el 56 por ciento de los ciudadanos, aunque este porcentaje retrocede seis 6 puntos en el último semestre. Le sigue la preocupación genérica por la situación económica, citada por el 20 por ciento de encuestados tras un ligero avance semestral de dos puntos.
Política lingüística
El 64 por ciento de los ciudadanos vascos aboga por que las instituciones públicas desarrollen una política lingüística que apueste "sin imposiciones, ni demasiadas prisas" por el vasco sobre el castellano, según los datos de la encuesta.
El estudio considera que esa mayoría es "casi uniforme" en los tres territorios y en todos los electorados, aunque con una diferencia reseñable entre nacionalistas (50%) y no nacionalistas (75%). Sólo el electorado de Amaiur se muestra más dividido entre esta opción (43%) y otras como la intensificación de las actuales medidas para forzar el bilingüismo en todos los niveles (42%) o, incluso, para conseguir que, en el menor plazo posible, solo se hable euskera (14%).
Estas dos últimas opciones son minoritarias en la sociedad vasca, con un 26 y un 4 por ciento, respectivamente. También un 4 por ciento apuesta por "frenar la euskaldunización forzada".