El Partido Popular volvió a elevar sables contra Joaquín Almunia por su última salida de tono, una vez afirmó en el mismísimo Senado que “se diga o no se diga”, la ayuda a la banca se traducirá en “más vigilancia” para España. Unas palabras que escocieron a la dirección nacional de la formación, que se reunió en la sede nacional presidida por María Dolores de Cospedal. Al término de la reunión, la secretaria general echó mano de la ironía: “Como siempre, -sus palabras- parecen encaminadas a ayudar a España”, afirmó, dejando patente su malestar.
Evidentemente, continuó, la Unión Europea intensificará los controles a las entidades que se beneficien de la línea de crédito así como sobre el Gobierno, habida cuenta de que el rescate será canalizado a través del FROB. “Es bastante de perogrullo”, remató, incidiendo en la llaga.
Cospedal hizo estas declaraciones tras hacer balance de los seis meses de Mariano Rajoy en el Ejecutivo, si bien también aprovechó para posar su mirada sobre el PSOE y dedicarle un suspenso por desdeñar todas las posibilidades de pacto a pesar de que la herencia recibida haya provocado un desvío tanto de la deuda soberana como del déficit público. Sobre la crisis de liderazgo existente, destacó: “Sobre la estructura interna del PSOE no tengo nada que decir. Que tome sus decisiones acerca del liderazgo del PSOE y si ese liderazgo hoy no existe, será quienes ellos quieran”.