Julio Anguita ha hecho público esta semana el manifiesto Somos mayoría en el que llama a la ciudadanía española organizarse como frente cívico en torno a un programa de objetivos comunes, y a movilizarse para tratar de cambiar un país "que se va a la mierda inexorablemente".
"Somos la inmensa mayoría de este país los que tenemos en la familia un parado, un precario, un hijo sin futuro, los que no cobramos una pensión... somos la inmensa mayoría los que estamos puteados, expresión que quiero que conste. Pero esa mayoría no es consciente de que es mayoría. Está dividida, no por ideas políticas, sino por prejuicios políticos, ideológicos o doctrinales", asegura Anguita.
Anguita, tal y como recuerda Crónica, abandonó la actividad política y renunció a la pensión de diputado. Una vez retirado como profesor de Historia, vive con la paga de jubilado. Asegura que tanto Grecia como España deberían salirse del Euro, una salida que sería "problemática, nada cómoda, pero ésta es una muerte lenta".
El exdirigente de IU asegura en Crónica de El Mundo que su objetivo es organizar un "grupo de presión, un grupo de presión democrático, formado por esa inmensa mayoría que tiene más cosas en común que diferencias. Quiero una sólida formación de ciudadanos que coincida en manifestarse, elaborar, en aprender y en echar la fuerza de su poder en el juego político y social. Así, como suena ¿Para qué? Para cambiar lo que hay".
Ese grupo, dice Anguita, supone "las tres cuartas partes del país" y no sólo engloba parados u obreros, sino también "profesionales de la pequeña y media burguesía que ven como sus hijos no tienen porvenir". La idea, dice Crónica, surgió en septiembre pasado, tras una cena con compañeros de IU o el economista Pedro Montes.
El diagnóstico que ofrece el expolítico, de 70 años, es este: "Este país está en un precipicio y, además, va a empeorar aún más, porque va a desuello. Esto tiene que pararse. En ese sentido, Anguita quiere dejar claro que no se postula ni va a ser "candidato a nada". "Yo ya no voy a una selecciones", debido a su edad y a "una mala salud de hierro". "Segundas partes nunca fueron buenas", dice en Crónica.
El objetivo, dice, es crear una "red de alfileres" por toda España que pueda unirse en torno a un programa, un objetivo común. "10 puntos para que los destrocen, para que los nieguen, para lo que quieran, pero que tengan algo que morder. Algo que les toque: salario mínimo, 1.000 euros, pensión mínima, 1.000 euros." El manifiesto está colgado en la web del colectivo Prometeo.
En el caso de que esta fuerza cristalizase e incluso llegase a formar un partido político, algo que él personalmente "no ve", sí podría redundar en una enorme abstención en las elecciones. No obstante, rechaza el término revolución social. "Pretendo que se consiga una mayoría social que luche por cambiar sus condiciones de vida". Lo que ocurre es que eso, en "un país que vive de traicionar la legalidad, es revolucionario".
Anguita dice que se mantiene dentro de los límites de la Constitución y rechaza objetivos políticos. "No soy tonto, porque lo que une a la gente hoy no es la República, y yo soy más republicano que Riego ¿eh? Pero no me voy a quitar aliados en esta batalla primitiva, primaria, inmediata, por hablar de República". Niega también que se trate de una operación para unir a la izquierda: "Esto es un frente interclasista ideológicamente hablando, pero no un frente de izquierda. Lo que necesitamos es un bloque radical democrático que tenga como ámbito la Constitución".
Asegura también que el 15-M "es una parte" del movimiento, pero que no se parece a él. "El 15-M es una franja perfectamente delimitada sociológicamente" que no tiene presencia en "barriadas periféricas y otras capas profesionales" que no sean estudiantes o profesionales en paro. El objetivo del colectivo, dice, es más amplio.