Uno de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que pide la dimisión de Carlos Dívar de forma más activa es Margarita Robles que, en una entrevista a El Mundo, admite que el presidente de este órgano de gobierno de los jueces "actuó bajo la norma, pero en política las apariencias son tan importantes como la realidad".
Según Robles al ser el CGPJ "un órgano político", Carlos Dívar "tiene dos opciones: dar explicaciones o dimitir. Y debe dimitir porque se ha generado una sombra de duda sobre toda la institución, y sobre lo que es más grave, sobre todo el poder judicial, los 5.000 jueces que actúan de forma rigurosa".
Margarita Robles reconoce que las normas del CGPJ no exigen que se justifique en qué se gastan el dinero sus miembros, pero dice que "no se puede amparar" en ellas. "Él ha dicho que esas actividades eran públicas y lo que se le pide es que las explique, algo muy sencillo de hacer".
La periodista del diario de Pedro J. recuerda a Robles que "muchos sostienen que detrás de esto hay una operación de derribo, una guerra de poder dentro del CGPJ, y de ahí la posición crítica que usted representa", a lo que Robles contesta que ella no tiene "ambición de poder". Asegura esta vocal del órgano de gobierno de los jueces que "no es un problema de luchas internas. Los cuatro vocales que hemos defendido la dimisión de Dívar no lo hacemos por afán de poder, sino porque nos preocupa que esa duda se extienda sobre todo el CGPJ, y que los ciudadanos metan en el saco a todos los jueces".
"¿Carlos Dívar es un corrupto?", pregunta directa. "Rotundamente no", contesta tajante Robles.
Ya, este domingo, la vocal del Consejo General del Poder Judicial ha señalado –en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press– que espera que "nadie desde el poder político quiera tener la más mínima tentación de influir" en el nombramiento del sucesor de Carlos Dívar, ya que "lo van a nombrar los vocales".
Para Robles, "una de las razones por las que el anterior CGPJ salió "tocado" a la hora de ponerse de acuerdo entre conservadores y progresistas, fue porque responsables políticos "tuvieron la falta de respeto de decir en su discurso: hemos elegido que tal persona sea presidente del Consejo". "Es una falta de respeto a la institución", ha apuntado.