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El rey preside de pie el desfile de las FFAA y bromea con los periodistas

La ausencia de despliegue ha conseguido reducir un 85% los costes respecto a la edición de 2011.

La ausencia de despliegue ha conseguido reducir un 85% los costes respecto a la edición de 2011.

El Rey ha destacado este sábado la fuerza física con la que ha presidido la celebración por el Día de las Fuerzas Armadas en Valladolid, en la que ha permanecido en todo momento en pie y sin ningún apoyo. "A ver si hubierais aguantado vosotros", ha comentado incluso en tono jocoso a los periodistas.

Don Juan Carlos ha asistido erguido y sin valerse de la muleta con la que accedió a la tribuna presidencial durante los 45 minutos que ha durado el homenaje a la bandera y a los caídos en la Plaza Mayor de Valladolid, una celebración que han presenciado unos 3.000 ciudadanos.

El monarca no ha querido hacer uso de las sillas que había dispuesto la organización, dado que, según fuentes de Zarzuela, se había previsto que las autoridades presentes en la tribuna presidencial pudieran tomar asiento en determinados momentos de la ceremonia.

Sin embargo, el Rey ha preferido permanecer en todo momento en pie, de manera que las sillas no han sido ocupadas. "No se ha sentado el monarca, así que no nos hemos sentado nadie", comentaban después algunas de las autoridades.

Una vez finalizado el acto, y aunque su presencia no estaba confirmada con total seguridad, el Rey ha acudido al Palacio Real, donde el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha ofrecido una recepción. El Rey ha llegado junto a la Reina y los Príncipes de Asturias, y ha presidido un brindis por España.

Emoción por los caídos

El desfile fue incluso más austero que el año pasado en Córdoba, a su vez ya reducido respecto a anteriores ediciones, ya que se eliminó la exhibición naval que centró las atenciones en 2011.

Los aplausos más fuertes, de todas formas, se escucharon cuando saltaron desde un avión militar dos cabos de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA), que portaban una gran bandera española, de 39 metros cuadrados y 15 kilos de peso, que ha sido izada en un mástil situada en el centro de la plaza.

Después del saludo de los Reyes a las autoridades dio comienzo el acto institucional con la incorporación de Banderas Coronelas de unidades que participaron en la Guerra de la Independencia.

Acto seguido, los altavoces instalados en la plaza ampliaron el anuncio del homenaje a la bandera como un acto que "contribuye a la identificación del pueblo español con la nación y con los símbolos que representan a las Fuerzas Armadas", lo que despertó una salva de aplausos y gritos por parte de los espectadores más entusiastas.

El ceremonial en memoria de los caídos suscitó emoción entre los asistentes, muchos de los cuales han unido sus lágrimas a las de los catorce familiares de los miembros de las Fuerzas Armadas fallecidos en acto de servicio en 2011 que han participado.

Al paso de la corona de laurel portada por dos cabos mayores del ejército del Aire y de la Armada, se escuchó el himno de La muerte no es el final y los versos del poeta Martín Garrido: "Lo demandó el Honor y obedecieron; lo requirió el deber y lo acataron; con su sangre la empresa rubricaron; con su esfuerzo, la Patria redimieron".

Así, un llanto silencioso ha recorrido la Plaza Mayor hasta la aparición de los aviones de la 'Patrulla Águila', que han despertado los aplausos más sonoros de la celebración tras dibujar los colores rojo y gualda en el cielo.  

Bromas con los periodistas

El Rey, después del desfile y con la ayuda de la muleta que mostró al inicio y al fin de la celebración militar, charló distendidamente con los presentes en el patio del Palacio Real durante unos quince minutos, antes de marcharse.

En ese tiempo, saludó a los periodistas y bromeó con ellos sobre su estado físico. Así, y al ser preguntado por cómo se encuentra, sonrió asegurando que muy bien antes de añadir: "A ver si vosotros hubierais aguantado".

Don Juan Carlos recalcó que cuando otras personas tienen problemas de salud guardan reposo sin estar sometidas al foco mediático como está él. "Vosotros os quedáis en casa y a mí...", dijo, mientras hacía un gesto con la mano como queriendo mostrar que se le critica.

El Rey abadonó el tono simpático y, antes de irse, bromeó por última vez cuando se le ha preguntado por su viaje a Brasil, que comienza el domingo. Con rostro serio ha respondido que no viajará y, al ver las caras de sorpresa, ha sonreído y ha dejado ver que era una broma más.

Tras la marcha de los Reyes, los Príncipes continuaron saludando a los presentes. Don Felipe también ha comentado a los periodistas la fortaleza de su padre en este acto. De hecho, destacó que el monarca no ha querido sentarse pese a que estaba prevista esta posibilidad y recalcó que  "basta que se le dijera que no" hacía falta que asistiera en pie para que prefiriera adoptar esta postura.

Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, se mostró a los redactores encantado con la acogida de Valladolid y dijo que la ha sentido muy calurosa y muy "auténtica", especialmente en unos momentos difíciles para todos los ciudadanos, a los que la crisis les está "tocando mucho el bolsillo".

Previamente, el alcalde de Valladolid habló ante todos los presentes y agradeció la elección de su ciudad para acoger este acto, recalcando que sus ciudadanos están "orgullosos de hablar español" y tienen una historia de "estrecha colaboración" y "vinculación" con las Fuerzas Armadas. Morenés sumó a este agradecimiento "maravilloso" a todos los miembros de los Ejércitos y la Armada.

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