A pesar de que las relaciones entre Partido Popular y PSOE están muy enquistadas a cuenta de la renovación del Tribunal Constitucional, el presidente del Gobierno asegura que habrá acuerdo lo antes posible. El asunto será abordado en la reunión que mantendrá con Alfredo Pérez Rubalcaba este viernes en Moncloa, y de ella espera conseguir un compromiso expreso del líder de la oposición.
El Gobierno admite con cierto sonrojo que la parálisis del Alto Tribunal ha llegado "demasiado lejos" y que ambas partes tienen que ceder. De momento, ni populares ni socialistas dieron muestra de arrepentimiento, arrojándose mutuamente las culpas de la crisis institucional. Desde París, el propio Mariano Rajoy intercedió en el asunto, a preguntas de los periodistas: "Estoy convencido de que llegaremos a un entendimiento y dentro de pocas fechas se procederá a la renovación", proclamó.
El jefe del Ejecutivo aseguró que conoce el profundo malestar del tribunal, que "por unanimidad" ha pedido "una pronta renovación". "Creo que tienen razón", zanjó, dejando claro que su intención es que el bloqueo se solucione cuanto antes. En la víspera, Alfonso Alonso, portavoz del Grupo Popular, recordó que Rajoy y Rubalcaba se dieron de plazo hasta junio y "el tiempo se está agotando".
Además del TC, el Gobierno quiere proceder a reorganizar el Tribunal de Cuentas, que también está en una situación de interinidad.