En el momento más complicado de la crisis económica, con la prima de riesgo superando el umbral de los 500 puntos y la Bolsa teñida de rojo, el PSOE optó por radicalizar su discurso hasta el punto de asegurar que ya nadie confía en España. Ni Bruselas ni tampoco ningún aliado comunitario que se precie, en voz de los dirigentes que este domingo salieron a azuzar al Ejecutivo.
Alfredo Pérez Rubalcaba lideró el ataque, mezclado con peticiones de consenso. Asegura que llamará este mismo lunes al presidente, si bien desde el Gobierno se le responde que diga menos y haga más, como apoyar las leyes que pasan el filtro del Congreso de los Diputados.
Consenso mezclado con ataques
El secretario general del PSOE propondrá al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llevar un mensaje "unitario" a la Cumbre Europea de Bruselas del próximo miércoles, día 23, reunión que ha calificado de "muy importante" para España. "Antes de esa cumbre se va a celebrar una reunión del Grupo Popular Europeo (PPE) y otra de los Socialistas Europeos, y sería muy bueno para España que el presidente Rajoy y el líder de la oposición defendiéramos las mismas cosas", dijo desde Logroño.
Buenas palabras acompañadas de órdagos envenenados. "Todo está peor, esa es la verdad; todos los indicadores están peor", espetó, para después enumerar la destrucción de empleo, la depresión económica, el aumento de déficit y la pérdida internacional de confianza en España como consecuencias de las políticas del actual Gobierno.
A éstas ha agregado el "retroceso de 30 años" en materia social y laboral, en educación, sanidad e igualdad y ha hecho especial hincapié en el aumento de la violencia machista, por que el Gobierno "ha dejado caer", ha señalado, los programas impulsados por el Gobierno socialista. España es hoy "más débil" y desde fuera "nos ven más débil y eso se nota en todo", ha resumido.
"Nunca un gobierno ha hecho tan rápidamente tantas cosas mal y tan distintas de las que había prometido hacer", ha acusado el líder socialista, para quien el Ejecutivo español "ha perdido la confianza dentro y fuera" de España con su política "caótica", según la cual "dicen y no hacen y hacen y no dicen", como demuestran, a su juicio, las ruedas de prensa posteriores a los Consejos de Ministros.
Ha aludido al incremento del déficit de las comunidades de Valencia y Madrid que, en su opinión, no le permitirá ahora al Ejecutivo "engañar a los españoles" e invocar la herencia del anterior jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Para echarle la culpa a Zapatero han cuestionado nuestras instituciones y ahora esta política se vuelve contra España", ha agregado, para quien "ahora nos creerán menos" por "cargar el muerto" al Gobierno saliente.
Valenciano dice que nadie confía en España
Puestos los mimbres, Elena Valenciano y José Antonio Griñán se han sumado al ataque. La vicesecretaria general del PSOE ha señalado que Mariano Rajoy ha conseguido que "desde fuera se vea a España como un país poco fiable". A su juicio, "de tanto buscar culpables -las comunidades autónomas, los ayuntamientos, los sindicatos, el Gobernador y la 'herencia recibida'-, el Gobierno ha logrado que en Bruselas, Londres y Berlín no se fíen" del país.
Según señala Valenciano en su blog, desde el primer día, Rajoy puso las cifras del Gobierno anterior bajo sospecha para justificar sus "hachazos sociales" y ahora, Bruselas "no se fía de las cifras de Rajoy" y envía unos inspectores a revisarlo todo.
Así, destaca que las palabras de Rajoy acerca de que sus decisiones actuales se deben a que "todo está peor" de lo que le habían dicho, se han vuelto "en su contra" y ha "sembrado las dudas y la desconfianza" en la UE. "El gobierno de Rajoy ha sembrado confusión a diestro y siniestro y ha generado dudas sobre todo y sobre todos a fuerza de intentar 'sacudirse las pulgas' y colocar las culpas en cualquiera menos en su Gobierno", destaca la dirigente socialista.
Griñán asusta con la "derecha fundamentalista"
El presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, ha criticado que el Ejecutivo central "no asume responsabilidades" y ha indicado que "no se puede ser fundamentalista de nada y menos ese fundamentalismo que tiene la derecha, que estaba convencida de que ganando las elecciones volvería la confianza y desaparecía la crisis".
"Llegaron y desde que llegaron 4.000 empleos destruidos cada día, porque los mercados no son de derechas ni de izquierdas, son especulativos, van a ganar dinero", ha apuntado Griñán, quien ha indicado que "después de cuatro meses y medio el Gobierno se da cuenta de que la crisis es internacional, es financiera, que nos tiene que ayudar Europa". "Pero ya lo sabíamos", ha apuntado.
Según el presidente del PSOE, que ha mantenido este domingo un encuentro con militantes y cargos públicos del partido en Málaga, "nuestra debilidad no es el déficit público, sino es la recesión, el paro". Ha recordado que el programa que ha llevado el Gobierno a Bruselas "dice que en el 2015 la tasa de desempleo de España va a ser superior a la de 2011 y eso no puede ser".