Se esperaba, pero no tan pronto. El PSOE de Cádiz, feudo tradicional de Manuel Chaves, y consecuentemente de Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue incluso diputado por esta circunscripción, le ha dado numerosos disgustos al nuevo líder socialista andaluz, José Antonio Griñán, desde la marcha de Chaves.
Su secretario general, Francisco González Cabaña, se opuso a Griñán en el congreso de su proclamación y desde entonces, Cádiz ha sido el escenario de numerosos enfrentamientos. Ahora, Griñán ha dado el primer paso para la purga de adversarios internos y lo ha dado en Cádiz. Siete de los doce diputados provinciales del PSOE de Cádiz han solicitado por escrito que Cabaña, que sigue siendo secretario general del PSOE gaditano, deje de ser portavoz del grupo socialista en la Diputación gaditana, donde gobierna con mayoría absoluta el PP.
Dado que Cabaña ya había comunicado que dejaría el cargo el día 21 de mayo, es evidente que Griñán y sus fieles en la provincia gaditana han querido dejar claro que si se va no es por propia voluntad, sino que lo echan. Tras las pasadas elecciones, Cabaña estaba tocado por haber perdido la Diputación de Cádiz, cuna y sostén del socialismo gaditano desde 1979. Pero no se fue, sino que aprovechó su posición para obtener acta de diputado en Madrid.
A pesar de la resistencia de Cabaña, el sector crítico lo ha "despedido" presentando un escrito en el registro de la Diputación en el que siete diputados anuncian que Cabaña ha dejado de ser portavoz y que su sustituto es la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García. Entre los firmantes, está la exalcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, a la que Cabaña intentó anular de todas las maneras posibles sin conseguirlo.
Se pregunta El País por qué no han esperado al 21 de mayo, porque podían haberlo hecho, pero han tratado de escenificar el cambio en el partido ante la celebración de las asambleas locales la próxima semana para elegir los delegados que irán al congreso regional. También porque la próxima designación de cargos en la Junta podía hacer mover algunos diputados provinciales, de forma que podían no sumar mayoría suficiente y que se impusiera un candidato distinto.
Griñán, con esta maniobra, ha logrado además clavar una estaca en el corazón del clan de Alcalá. José María Román, hermano de Rafael Román, temprano consejero de la Junta y factotum del PSOE de Cádiz y del clan de Alcalá, se ha pasado al frente "renovador" de Griñán. Y lo ha hecho aun cuando Cabaña le ofreció ser su sucesor.
Ayer, Cabaña denunció que el escrito de estos diputados es "ilegal" porque el reglamento interno del PSOE obliga a elegir al portavoz de la Diputación en una votación que no se ha producido. Además ha pedido al presidente de la Diputación de Cádiz, José Loaiza, del PP, que anule ese escrito y también lo recurrirá en su partido. "Es incomprensible lo que han hecho. Solo sirve para ahondar en la fractura del partido. Hay intereses ocultos en abrir esta brecha. Desnudan nuestras miserias en la plaza pública".
La figura emergente es Irene García, alcaldesa de Sanlúcar de Barrameda, y cabeza visible de los "disidentes"(Cabaña dixit) en la Diputación donde aspira a la portavocía. En las pasadas primarias del PSOE, García apoyaba a Carme Chacón y Cabaña, a Rubalcaba. Ganó Cabaña, pero nadie cree que pueda volver a ganar y está en juego el próximo congreso regional del PSOE, donde Griñán aspira a dominar definitivamente todo el aparato del PSOE andaluz. Consecuentemente, en el horizonte mediato, Griñán y el PSOE andaluz podrían ser la pieza clave de la victoria de Carmen Chacón en un próximo congreso socialista a escala nacional.
Antonio Fernández y los ERE
Es sabido que el sector rubalcabista y chavista del PSOE de Cádiz firmó un manifiesto de apoyo a Antonio Fernández el pasado 24 de abril en defensa de su actuación en el fraude de los ERE. El hecho clarificador es que el sector griñanista no lo firmó. Como bien expresaba Bomarzo en Andalucía Información, "lo destacable es... quien no firma y las razones de cuna por las que lo hacen quienes sí rubrican, algunos de los cuales lo hacen por mandato y sin fundamento. No sé, pero suena muy mal todo aquello de Bahía Competitiva, Delphi, aseguradoras como Uniter o Vitalia con comisiones desproporcionadas, Gardir Solar y personajes siniestros que han engullido millones en subvenciones y hoy juegan apadrinando tramas políticas..."
Pero además hay un caso no destacado hasta el momento. La juez Alaya hizo a Fernández en su larguísimo interrogatorio una pregunta, la número 42. La pregunta fue sobre el criterio que siguió para concederle 8,5 millones de euros -que son casi 1.500 millones de pesetas, ojo- a la Asociación de Trabajadores de la Prensa de Cádiz. Fernández dijo no saber nada y señaló al ex director general Francisco Javier Guerrero.
¿Qué es eso de la ATPC? Pues un tinglado de los muchos organizados en la provincia de Cádiz, que fue comenzado por "los antiguos trabajadores del Diario de Cádiz afectados en su día por un ERE". Aunque muchos señalan al presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, el excomunista y ahora socialista Fernando Santiago como elemento clave de estos manejos, el interesado se defendió de este modo en un foro gaditano: "Yo no tengo la más mínima obligación de contar nada sobre la Asociación de la Prensa salvo a los socios de la misma. En cualquier caso es fácil darse cuenta de que la APC no tiene nada que ver con la ATPC, salvo ceguera o insidia."
Lo cierto es que la ATPC no tiene ni página web ni se puede encontrar por ninguna parte su junta directiva, su presidente o sus responsables. Sólo se encuentran referencias a su presencia en actos relacionaados con la izquierda y pagados por la Junta de Andalucía. Es más el PP, ya en 2011, formuló una pregunta en el Parlamento andaluz sobre la entidad. En concreto, quería saber sobre la copia de los Protocolos de colaboración entre la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social de la Consejería de Empleo y la empresa Asociación de Trabajadores de la Prensa de Cádiz, en relación a ayudas relativas a la prejubilación de trabajadores.