Exacto, mientras Esparanza es auténtica, Doña Cospy es un calco
sin identidad. Sus discursos , acompañados de sus movimientos ,son de bochorno ajeno.
Esta mujer está haciendo y diciendo todo lo que otros de su partido no se atreven a decir ni a hacer. Quizá porque en un país como el nuestro, tan agilipoyado con las cuestiones "de género", a las mujeres se les permita más que a los hombres -si esto es de Arriola, por esta vez le felicitio; y si no lo es, que tome nota.
En cualquier caso, me alegro.
Y eso que Doña María Dolores tiene un defecto de comunicación muy gordo: no es creíble. Siempre suena a consigna aprendida, a falta de espontaneidad. Tanto que se parece a Esperanza en muchos sentidos, pero justo en eso parece su polo opuesto. Necesita corregirlo...