En su primer 1 de mayo en la oposición tras siete años en el poder y tres millones de parados más, el PSOE ha lanzado un manifiesto en el que pide la participación en las manifestaciones previstas para el día del Trabajo.
"No estamos ante un 1º de Mayo cualquiera. Es el primero que los españoles celebramos tras la ruptura, por el Gobierno del Partido Popular, del modelo de relaciones laborales de nuestra Constitución", argumenta en el texto.
El PSOE alude a la reforma laboral y muestra su "rotundo rechazo" porque, dice, "intenta aprovechar la crisis económica para realizar un ajuste de cuentas con los derechos de los trabajadores" y asegura estar "de su parte".
"El Gobierno tendrá enfrente al PSOE hasta que no ceje en su empeño de romper el equilibrio en las relaciones laborales, de suprimir el carácter universal de la sanidad y de limitar la capacidad de generar igualdad de oportunidades en la educación", añade.
Por otro lado, los socialistas hacen hincapié en que es preciso relajar la senda de ajustes y volver a las políticas de estímulos para sacar a la economía de la recesión.
"Existen demasiadas evidencias, y España es una de ellas, de que intensificar el ajuste presupuestario sin política de crecimiento es la fórmula más eficaz para conseguir más recesión, más desempleo y, por tanto, más dificultad para alcanzar el equilibrio estructural de las cuentas públicas", señala el manifiesto.
Proponen una política económica alternativa "que logre ganar competitividad sin atacar los derechos de los trabajadores y que se instale en la senda de la estabilidad presupuestaria, sin llevarse por delante el Estado social".