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Regañina a Errekondo: "Con cariño, no se puede venir en mangas de camisa"

El encontronazo entre una diputada del PP y otro de Amaiur tuvo lugar esta semana. "Entonces, ¿el próximo día vengo sin nada?", bromeó Errekondo. 

El pasado miércoles, día en el que los Presupuestos más restrictivos de la historia pasaban el corte de las enmiendas a la totalidad en el Parlamento, una diputada del Partido Popular protagonizó una escena poco habitual en el pasillo del Parlamento, en una conversación con un diputado de Amaiur que recoge Europa Press.

La parlamentaria popular, María del Carmen Quintanilla, echó una "regañina" a Xabier Mikel Errekondo por la vestimenta que portaba. "Te lo digo con todo el cariño, no se puede venir al Parlamento en mangas de camisa", le recriminó amablemente Quintanilla, que iba vestida con un traje de pata de gallo en blanco y negro.

Errekondo llevaba puesta una camisa de rayas verticales azules y blancas, que se había arremangado hasta casi el codo, unos vaqueros y unos zapatos de cordones.

El Parlamento no tiene establecido unas normas para el atuendo que pueden llevar "sus señorías" y estos pueden vestir como deseen, aunque la gran mayoría de los diputados lleva traje y corbata. Sólo alguno de los diputados de Amaiur viste de manera más informal. Ya es conocida la cazadora de cuero negra de Sabino Cuadra, un modelo que los fashionistas han puesto ahora de moda y llaman "perfecto".

Sin embargo, a la diputada del PP no le gustó el desenfado en la vestimenta de Errekondo y se lo hizo saber cuando le vio, al salir del hemiciclo. Le insistió en que ir sin chaqueta no era lo más adecuado para acudir a la sede de la soberanía nacional y le puso el ejemplo de que cuando uno va a hacer deporte se pone el chandal y no el traje.

Errekondo se tomó deportivamente el comentario y le respondió en tono de broma, "entonces, ¿el próximo día vengo sin nada?". No obstante, cuando la diputada popular ya se alejaba por el pasillo, el parlamentario de Amaiur se desdobló las mangas de la camisa y se abrochó los puños, al tiempo que comentaba a otro diputado que tenía al lado que ni había pensado lo que se ponía cuando se vistió por la mañana.

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