El Partido Popular despertó de su letargo. María Dolores de Cospedal apuntaló la nueva estrategia en el primer Comité de Dirección que presidía, y tras ello pasó al ataque. Rebatió todos los argumentos del PSOE para cuestionar la labor del Ejecutivo, y le pidió cuentas por una oposición que tachó de “muy irresponsable” hasta el punto de “intentar calentar el ambiente”.
En unos momentos especialmente delicados para el Gobierno por la incertidumbre permanente en los parqués, y en vísperas del debate sobre los Presupuestos Generales del Estado, la número dos del PP recordó “por qué estamos en esta situación” y “quienes son los culpables”, en voz de un asesor de Génova. Cospedal utilizó el espaldarazo de Bruselas, certificando “el engaño” de José Luis Rodríguez Zapatero con el objetivo de déficit, para criticar la línea de acción socialista: no apoya la Ley de Estabilidad, tampoco las cuentas públicas, eurodiputados del PSOE “han votado en contra de intereses españoles” ante "el ataque argentino", mantiene una situación de bloqueo en organismos instituciones...
Para Cospedal, “la herencia recibida es la peor que haya recibido ningún Gobierno de España”. Así de claro, ni más ni menos. Y de ahí “las reformas” puestas en marcha, algunas dolorosas, “para terminar de la crisis económica". “Cuando el PSOE habla de Sanidad y Educación hay que recordar que contra lo que el Gobierno está luchando es contra la herencia de los 15.000 millones de euros que el PSOE dejó a deber”, denunció. En otras palabras, “las medidas que está estableciendo el Gobierno es para evitar el impago socialista”, según Cospedal, en referencia a “aquellos que hoy quieren llenarse la boca de copago”.
Mano derecha de Mariano Rajoy en el PP, estuvo muy directa y contundente. Un mensaje muy nítido, que espera transmitir a través de una amplia red de actos del partido, que empezarán a celebrarse en breve. Este mismo jueves, reunirá a los presidentes provinciales.
Lo que tiene que quedar claro, a juicio de la secretaria general del PP, es que el PSOE de Zapatero, como el de Felipe González antaño, llevaron a España “a la quiebra” y ahora “esa situación se tiene que resolver”. Un discurso que sonará en todos los rincones del país, a fin de contrarrestar la propaganda de Ferraz, que los populares admiten que es “muy fuerte”.
Sin embargo, la portavoz popular fue un paso más allá en sus críticas. No solo denunció lo hecho en el pasado por el PSOE, sino lo que ahora está haciendo en la oposición. En concreto, denunció la actitud de Alfredo Pérez Rubalcaba por dos vías diferentes. Primero, por “romper consensos” en el marco parlamentario, y segundo -y tal vez más delicado a medio plazo- por “intentar calentar el ambiente”. Y este extremo sí preocupa, y mucho al Gobierno, temeroso de que se puedan reproducir imágenes como las que se han vivido en Grecia.
Por todo ello, por dos veces, Cospedal acusó al líder socialista de “irresponsable”. Aún más, de no tener “ningún interés” en ayudar a solucionar “una situación que ellos mismos han provocado”. La secretaria general fue muy gráfica en su queja pública: “No tienen ningún interés en que España salga adelante”. Puso como ejemplo, precisamente, el que la UE confirmara que el déficit real de España es del 8,5%, como anunció Rajoy. En opinión del PP, “parecía que estuvieran deseando” una reprimenda de Bruselas.
Pese a todo, pese a exponer a las bravas el actual escenario político-económico, Cospedal no se cerró a lograr puntos de acuerdo con el PSOE. “No lo descartamos”, fueron sus palabras. Sin embargo, de puertas para adentro, muchos ven “muy difícil” el acercamiento si Rubalcaba no afloja el discurso, muy virulento en los últimos días. La dificultad de renovar los órganos pendientes, en especial RTVE, ha sido la puntilla para un enfriamiento total de las relaciones.