El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, analiza este domingo en una entrevista en El País los primeros cien días del Gobierno Rajoy. A su parecer, el presidente del Gobierno "ha confundido la mayoría absoluta con un cheque en blanco para hacer lo que quiera".
"Los 100 días de Rajoy no han aumentado la confianza en la economía española sino al revés: han aumentado la desconfianza", dice el líder socialista, que añade que "tiene que ver con su ocultación interesada de los presupuestos para facilitarle el camino a Javier Arenas en las elecciones andaluzas. Al final, Rajoy no logró que los andaluces confiaran en Arenas, pero sí logró que el mundo desconfiara más de España".
Muestra su radical rechazo a las grandes medidas tomadas por el actual Gobierno, como la subida del IRPF, la reforma laboral, los recortes en educación y sanidad o los cambios en RTVE. Ante esto, propone la subida de impuestos para los patrimonios más altos o recortar en Defensa, debatiendo el tamaño que deben tener las Fuerzas Armadas o el sentido de misiones exteriores como Líbano.
Rubalcaba dice desconocer si la reforma laboral llevada a cabo por el Gobierno ha sido la misma que el Banco Central Europeo exigió por carta al Ejecutivo Zapatero: "Yo no ví la carta y no sé si en la carta se hablaba o no de reforma laboral. Pero sí creo que esta es la única medida que el Gobierno no ha improvisado".
Eso sí, niega que el Gobierno Rajoy se haya visto obligado a tomar estas decisiones por la situación heredada. "Lo de la herencia recibida es un recurso tramposo", dice, al tiempo que echa balones fuera sobre de quién es la responsabilidad de que hay cinco millones de parados, de lo que culpa a la crisis internacional, la burbuja inmobiliaria española supuestamente creada por el PP o la incapacidad de los bancos para darse cuenta que tenían activos tóxicos en sus balances.
El líder de los socialistas también habla de la expropiación de YPF a Repsol por parte del Gobierno argentino: "Una malísima decisión para todo el mundo. Para Repsol, por supuesto; para España, pero también para Argentina. No creo que hoy la confianza del mundo y de los inversores en Argentina sea mayor que hace unos días, más bien muchísimo menor, y eso es algo que un país acaba por pagar".