Poder criticar lo que hace o dice el rey demuestra que hay democracia, pero cuando un político sale diciendo que criticar al rey es hacer un flaco favor a la democracia, demuestra que a nuestra casta dirigente no les gusta ni las críticas ni la democracia.
Les va el "ordeno y mando", el mangoneo, el chanchulleo, el maletín con "lo mío", y el pueblo que siga pagando, pero calladito.
Qué hartos estamos ya de los cortesanos. Necesitamos a un Rodrigo Díaz de Vivar que sea capaz de decir al rey no solo palabras que regalen sus oídos.
Sr. Floriano:
Lo que hace un grave daño a la democracia es la censura y la ocultación. De hecho, más que en una democracia, nos encontramos en una dictadura disfrazada, donde políticos de un signo y otro se alían en la sombra contra los ciudadanos, para mantener sus privilegios y permanecer en un sistema fiscal distinto, mucho más benévolo y permisivo.
Para esta casta política es mucho más cómodo que la plebe se distraiga vanagloriándose de las andanzas de un rey imbécil.
Pero esos tiempos ya han pasado, y no desde la muerte de Franco, sino desde que hemos comprobado que los supuestos políticos demócratas se emplean en el saqueo de los ciudadanos y en la ayuda a los bancos, que les procuran a su vez créditos sin retorno del principal y jubilaciones doradas.
Desde que un impresentable llamado ZP, pero mejor definido como zETAparo, nos ha enseñado cómo para la casta política el ciudadano es tan solo una especie de pulgón, al que hay que exprimir hasta asfixiarle.
Desde que hemos visto al nuevo gobierno incumplir, una tras otra, todas las promesas electorales de bajar impuestos, de regenerar la democracia, de defender la vida, de defender la Constitución frente a un exceso periférico permanente, de despolitizar la justicia, de proteger y devolver los derechos y las libertades de los ciudadanos, y de atajar de verdad el despilfarro.
Desde que muchos nos hemos dado cuenta de que el PSOE es un gravísimo problema, pero que el verdadero problema que tiene España es una casta política impresentable, corrupta en su misma esencia y repugnante, que no se limita solo al PSOE ni a los nacionalistas.
Si cree el rey que nos vamos a creer más tontaditas como que nos salvó del 23F, está muy equivocado.
Es un rey patético, mundano e insensato. Un vividor. Por eso hace buenas migas con Pujol, con zETAparo y con cualquier bribón que constituya un peligro para España.
Así que, señor Floriano, vaya usted con el cuento a otra parte.
Y señor Borbón: deje de hacer el chorra, y abdique en su hijo. Antes de que sea demasiado tarde.
¿Excesos en las crísticas al Rey?... El Rey es un exceso.
Completamente de acuerdo Sr. Floriano. Sobre todo cuando son cuestión de venganzas.