La orden de Mariano Rajoy fue diáfana desde el minuto uno: todo el Gobierno tiene que ayudar a reactivar la marca España. Y en ello están todos y cada uno de los ministros, con una agenda internacional no vista en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se dejaban los viajes en manos de cargos de menor rango.
El propio presidente del Gobierno pilota este calendario, que reactiva tras el periodo de Semana Santa. Dos son las líneas prioritarias de la actividad diplomática de Moncloa: la europea, a través de dos cumbres bilaterales con Polonia y Portugal respectivamente, y la iberoamericana, destacando el Foro Económico Mundial que tendrá en Puerto Vallarta.
La primera cita tendrá lugar en Varsovia, el próximo jueves. Será la primera cumbre bilateral de Rajoy, a la que acudirá con, al menos, la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el titular de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria.
El jefe del Ejecutivo cruza el charco el 17 de abril para acudir primero a México, respondiendo a una invitación directa de su homólogo Calderón así como para participar en el citado foro económico, así como a Colombia, un día después.
Ya en mayo, Oporto acogerá la cumbre hispano-lusa que también contará con buena parte del Gobierno. En la reunión de la OTAN, que se celebrará en Chicago a partir del día veinte de ese mes, Rajoy se reunirá con Barack Obama, pudiéndose acordar una fecha para la visita del líder español a la Casa Blanca.
De igual forma, una de las citas más importantes para la administración vendrá en junio, cuando el Consejo Europeo se vuelva a reunir para poner nota a los presupuestos de los diferentes países de la Unión. Rajoy, vistos los comentarios positivos provenientes de Bruselas, espera que no haya problemas, si bien es consciente de que debe seguir adelante con su programa reformista.