El Gobierno fue muy contundente en relación a las imágenes de violencia y brutalidad que se vivieron en Barcelona utilizando como percha la huelga general. "En esta sociedad y en nuestra Constitución no tienen cabida", zanjó Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa al término del Consejo de Ministros.
Para la vicepresidenta primera, lo vivido en la Ciudad Condal "no fue la generalidad" del conjunto de España, donde -con excepciones- "se ejercieron todos los derechos de una forma ordinaria". Pero, una vez dicho esto, la también portavoz del Ejecutivo no huyó del problema, tras un balance que deja setenta detenidos y un millón de euros en destrozos de mobiliario urbano.
"Esas imágenes de violencia no son la sociedad española. No es la manera en la que los españoles ejercemos nuestros derechos", argumentó Sáenz de Santamaría. De hecho, coincidiendo con la jornada electoral, el Ejecutivo ya diferenció a los radicales del resto de ciudadanos.
En este sentido, la vicepresidenta felicitó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que "ayudaron" a que los derechos se cumplieran y mantuvieron el orden. La Constitución, remató, ampara tanto el derecho a la huelga como a trabajar.