El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, compareció en Ferraz con una amplia sonrisa que ya avanzaba la "satisfacción" que manifestó poco después. "Hoy es un gran día para el PSOE", fueron las primeras palabras de una rueda de prensa en la que se congratuló porque "hemos empezado un nuevo ciclo político". El secretario general rebajó la euforia de Griñán que ayer aseguro haber recuperado "la confianza perdida el 20N", pero aseguró que se trata de "un paso adelante aunque queda mucho camino por recorrer para reconquistar la confianza de los ciudadanos".
La clave de su entusiasmo la fundamentó en que "el PSOE puede gobernar en los dos sitios, en Asturias y en Andalucía, y el PP muy difícilmente puede gobernar en ninguno". A su juicio, al PP "no le ha salido bien" la estrategia de retrasar los presupuestos hasta después de los comicios autonómicos, ni tampoco su aprovechamiento de la crisis económicas "para realizar su particular ajuste contra el Estado de Bienestar". Motivo por el que, según el líder del PSOE, los ciudadanos le han dicho al Gobierno de Rajoy que "por aquí no" y esto significa que "al PP le ha empezado a costar la crisis".
Por ello, ha pedido al Ejecutivo que empiece a escuchar a los colectivos críticos con su gestión, por ejemplo, en la reforma laboral, como los sindicatos y la oposición "leal" del partido socialista, de quien dijo Rubalcaba: "Somos un partido fuerte, con el que siempre hay que contar y que no se puede ignorar".
Sobre los pactos que tendrán que producirse, tanto en Andalucía como Asturias, para la conformación de un gobierno estable, Rubalcaba dejó manos libres a los barones autonómicos: “Las negociaciones corresponden a los líderes y sí les quiero decir que cuentan con todo el respaldo de la Ejecutiva Federal para hacerlo”. Ahora bien, dejó claro que no comparte los temores y críticas de algunos que proyectan la imagen “extremista” de los comunistas cuando quieren pactar con el PSOE, pero “de oposición responsable” cuando lo hacen con el PP. Por ello, aseguró que a él no le produce “ningún temor”, pero que “hay mucho que dialogar”.
Griñán, el nuevo hombre fuerte
La otra lectura de la derrota que el PSOE transformará en victoria tras un previsible pacto con IU es la interna. Contra todo pronóstico, el líder andaluz que apoyó a Carmen Chacón en el 38 Congreso se convierte en el único barón socialista que mantiene su más tradicional bastión y la federación más numerosa de toda España. Y eso le hace ganar enteros entre la cúpula de Ferraz que reconoce esa posición de fuerza.
"Pepe Griñán es el presidente de la Ejecutiva de mi partido de la que yo soy secretario general. Es mi presidente y yo soy su secretario general y además es mi amigo y estoy feliz", dijo Rubalcaba quien no quiso entrar en la pregunta de este diario sobre el debilitamiento de su liderazgo interno tras la reválida de tres barones que se opusieron a su candidatura al último Congreso Federal.
“Estoy muy cómodo, me siento muy bien y además se me nota", rió nerviosamente el actual secretario general. Hoy no es el día de batallas ni líos internos.