Cascos y Cherines, obligados al pacto para gobernar Asturias

Si en Andalucía las encuestas y sondeos apuntaban claramente a un ganador, en Asturias no acertaban sino a pronosticar una suma de Gobierno entre PP y el partido de Álvarez Cascos. Finalmente el pronóstico ha sido bueno.

La nota negativa la ponía el dato de participación que se ha quedado en el 55,9%, muy lejos del 66,89% que acudieron a las urnas hace sólo 10 meses.

La lista más votada ha sido la del PSOE de Javier Fernández, que ha ganado un escaño respecto a los anteriores comicios de mayo de 2011 y se queda con 16, pero todo indica que no gobernará. El partido de Francisco Álvarez Cascos, pierde 3 escaños y se queda como segunda fuerza más votada con 13, que sumados a los 10 que ha obtenido el PP de Mercedes Fernández, obtendrían 23 diputados regionales, justo los que dan la mayoría absoluta de la cámara asturiana. La novedad la ha puesto UPyD que con un escaño entra en la cámara asturiana. Además, IU gana un escaño y tendrá una representación de 5 diputados.

Así, el PP ha sido incapaz de superar a Cascos. Por otro lado, el líder de Foro ha cosechado un sonoro fracaso al perder 3 diputados en sólo 10 meses. La amarga victoria es para el PSOE, que pese a convertirse en la lista más votada no gobernará.

El futuro del Principado de Asturias queda a merced de las negociaciones entre Foro y el PP. Es decir de la escisión del PP y la matriz del partido que en Asturias representa Mercedes Fernández, más conocida como 'Cherines'. Los analistas más cercanos al partido de Mariano Rajoy estiman que los populares no aceptarán un acuerdo de Gobierno que incluya a Álvarez Cascos en la presidencia del Gobierno asturiano.

En su comparecencia, Mercedes Fernández ha abierto la puerta a "la negociación, al acuerdo, al pacto". Insistía en que su formación mantendrá una actitud abierta al diálogo y al consenso.

Por su parte, Francisco Álvarez Cascos, en una estudiada y larga intervención mostraba su intención de abrir su partido al diálogo y al pacto para lograr un "gobierno que se alíe con el progreso frente al inmobilismo" aunque esto represente "colaboración, respeto o renuncias parciales". Así, es de esperar que el proceso de negociaciones que se abre ahora en Asturias termine con una alianza de Gobierno en Asturias.