No ol vidaremos lo inolvidable. La propuesta de Prisiones es razonable y deseable ¿quien mejor para saber lo que siente que el deudo del asesinado?. El que, quien sea, tome decisiones en nombre de las victimas no es precisamente lo mas justo. Ya esta bien que la casta politica "controle la manija de los ciudadanos".
Primero, para que una victima se pudiese personar para oponerse a algo lo basico seria que fuese informada, cosa que no sucede, por tanto como no esta contemplado siquiera que se le mantenga al tanto no puede intervenir. Las victimas no tienen derechos segun nuestra legislacion, solo los criminales estan protegidos.
Segundo, eso de que haya beneficios penitenciarios por arrepentimientos y demas zarandajas es vomitivo, arrepentirse es un asunto de uno y de su conciencia, no debe influir en la condena, ya que el crimen fue cometido y debe ser penado, el crimen no desparece con el arrepentimiento ni el muerto vuelve a la vida.
Tercero, si un criminal muere en la carcel tampoco pasa nada, sus victimas estan muertas tambien no veo porque se le deba dejar en libertad por cuestiones de salud.
Y lo mas ALUCINANTE que un preso pueda "salir a diario de prision para formarse, trabajar o cuestiones de salud" ¿pero eso que es? ¿eso es una prision o un hotel? si hay internados con mas restricciones, si hasta en la mili personas perfectamente honradas y decentes estaban mas "prisioneras" ¿estamos gilipo***?
Todo lo que opina el Sr Yuste parece razonable. También parece mentira que no se haya expresado antes por sus antecesores.
¿Por qué los socialistas son tan reacios a darle una intervención justa y, a todas luces, conveniente por su humanidad y comprensión hacia los sentimientos de las víctimas? ¿por qué tenemos que estar en vilo cada vez que un socialista se aproxima al tema del terrorismo?¿por qué no los sentimos como fiables?
Se debería pensar en que las actuaciones judiciales no les costaran dinero a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Lo económico no debe ser un criterio para impedir las actuaciones que ellas consideren necesarias. Para adoptarlas, o no, profesionalmente están los jueces y los tribunales.