Según publica El Mundo, la Policía ha encontrado un ordenador en el registro del domicilio del testaferro empleado por Iñaki Urdangarín para cobrar comisiones en Suiza, Robert Cockx. El ordenador estaba en la basura y contiene, supuestamente, la documentación relacionada con los pagos efectuados por la empresa Aguas de Valencia en una cuenta en Lausana.
En dicho ordenador se encuentran las comunicaciones con la secretaria de Urdangarín sobre el pago de al menos 375.000 euros al duque por gestionar negocios internacionales que nunca llegaron a realizarse, como el trasvase de aguas de un río de Jordania.
La comisión judicial se desplazó a Madrid para tomar declaración a este ciudadano belga que administra la sociedad Alternativa General Servicies. Cockx dijo que él se dedica a la gestión de estructuras societarias fiduciarias y que no conoce a Urdangarín. Pero los investigadores registraron su domicilio en El Escorial, donde se acabó descubriendo escondido en el interior de una bolsa de basura el ordenador que contenía las comunicaciones de la secretaria personal del duque, Julita Conquiella, sobre las operaciones de Eugenio Calabuig, propietario de Aguas de Valencia.
Calabuig recurrió a los servicios de Urdangarín como conseguidor y, pese a que no se materializó contrato alguno, pagó a Urdangarín tres facturas por valor de 125.000 euros. Las facturas fueron expedidas por la empresa del testaferro belga Cockx, que percibió una comisión por hacer de hombre de paja.