En pleno debate por los ajustes ya aprobados y los que vendrán con los Presupuestos, mientras el PSOE echa leña al fuego para seguir prendiendo la llama en las calles, Mariano Rajoy recibió este fin de semana un auténtico espaldarazo de los ciudadanos. Calor humano en una tierra, Andalucía, en la que se celebran los primeros comicios desde que él es presidente, lo cuál los hace aún más decisivos, además de por lo obvio.
El candidato a las elecciones, Javier Arenas, no le llevó a grandes núcleos de población. No visitaron las capitales de provincia. En el arranque de la precampaña, estuvieron en localidades medias, en pleno corazón de la Andalucía más castigada por la crisis: Lucena, en Córdoba, y Andújar, en Jaén. La cifra de paro provoca sonrojo en estas áreas.
Era salir el jefe del Gobierno de su vehículo, y ya no podía dar dos pasos sin que fuera rodeado por simpatizantes. Miles llenaron los dos escenarios escogidos, en el caso de Andujar un polideportivo que se quedó pequeño desde más de una hora antes. Muchos no pudieron entrar al recinto. A todos, Rajoy les pidió que hagan de correa de transmisión para que, el próximo veinticinco de marzo, Arenas sea elegido presidente de la Junta.
“En Andalucía tenemos que hacer historia a lo grande”, sentenció el residente de la Moncloa. Sin corbata, relajado. Es harto conocido en el PP que a Rajoy le gusta mucho Andalucía, a la que ha ido asiduamente en los últimos años. Javier, como él llama en público a Arenas, le apoyó en el convulso periodo del Congreso de Valencia, y desde entonces se lo está agradeciendo. Para el presidente es algo personal arrasar el 25-M.
A los habitantes de Lucena (muchos de ellos viven de la construcción o tienen pequeñas empresas de mobiliario) y de Andújar (que ven como la UE no protege como debiera el olivar), Rajoy les dijo que lo que llega será duro, difícil, pero que España, y por ende Andalucía -con Arenas liderándola-, conseguirá salir adelante. “Estamos poniendo bases sólidas y los cimientos para que este país sea lo que nos merecemos”, aseguró.
Arenas, por su parte, dio dónde más duele a los socialista para solemnizar que el dinero “robado” por los ERE fraudulentos será devuelto a través de un fondo de “emergencia social” destinado a ayudar a las personas que pierden su puesto de trabajo. Y eso, en una región con más de un 50% de jóvenes y de un 30% de las mujeres en el paro, es un mensaje de calado, que fue recibido con una sonora ovación.
La crisis económica lo inundó todo. También las peticiones que los andaluces le hicieron llegar a los protagonistas populares cuando hacían el paseíllo de rigor hasta llegar al atril. En esos largos minutos, que forman parte de la tradición mitinera, Rajoy escuchó lo que le decían, y después afirmó a micrófono abierto: “Es verdad que perdimos nuestro tiempo, pero es verdad que estamos más comprometidos o, al menos, tanto como el que más. Dentro de dos años se verá quién cumple y quién no cumple, y yo digo que España va a cumplir, porque España es un país serio de gente seria”.
Tras su primera visita a la región del sur, vuelta a Madrid para preparar una semana intensa, cargada de reuniones, como este mismo lunes con la CEOE. Pero Rajoy volverá pronto. Aprovechará sus ratos libres los fines de semana, estando en el inicio, el acto central y la clausura de la campaña.