El hallazgo, publicado el pasado martes en exclusiva por Libertad Digital, del foco de explosión del tren que estalló en la estación de Santa Eugenia el 11 de marzo de 2004, no mereció la atención de la prensa nacional, salvo El Mundo, La Gaceta y Telemadrid, a pesar de su indiscutible importancia en relación con la investigación de los atentados más graves de la historia de España, en los que murieron 190 personas y 2.000 resultaron heridas o mutiladas.
Durante el juicio, los peritos encargados de determinar qué explosivo su utilizó en los atentados –el arma del crimen– tuvieron que trabajar con apenas dos tornillos, ya que se les informó de que los focos de explosión habían sido destruidos. Libertad Digital daba cuenta de la aparición de uno de esos focos –los restos de un vagón entero en el que estalló una bomba– y el hallazgo pasaba sin pena ni gloria por la prensa nacional.
Esa noticia, despreciada por unos y silenciada por otros, ha motivado que la Fiscalía General del Estado ordene una investigación, en lo que supone uno de los giros judiciales más importantes desde las sentencias de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, tras la celebración del juicio.
La importancia de la noticia sigue siendo la misma, de acuerdo a un criterio objetivo para valorar una información. Sin embargo, se da la circunstancia de que los mismos medios que antes la silenciaban ahora la llevan en su portada, desde la agencia EFE hasta El País o Público, reproduciendo parcialmente y citando a Libertad Digital, con enlaces a la información de Luis del Pino y Carlos Sánchez de Roda y al material gráfico que la acompaña. Salvo abc.es, que obvia la fuente original de la noticia.