España defiende "eliminar" el denominado cheque británico, descuento de unos 3.000 millones de euros del que se beneficia Reino Unido en su aportación al presupuesto comunitario y que nuestro país financia en un 13 por ciento, según ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
Así se ha expresado en su comparecencia ante la Comisión Mixta para la Unión Europea que componen diputados y senadores, donde ha expuesto cuáles son las líneas prioritarias de acción del Gobierno en asuntos europeos.
García-Margallo, que antes de ser nombrado ministro desarrolló una larga carrera como eurodiputado, ha afirmado que este tipo de mecanismos de corrección, como el cheque británico, "restan transparencia y equidad" al presupuesto de la Unión Europea.
En la actualidad, España ocupa el tercer lugar, por detrás de Francia e Italia, en la lista de los países que financian en mayor grado el cheque británico. Además de Reino Unido, otros países como Alemania, Países Bajos, Austria y Suecia reciben descuentos en sus aportaciones al presupuesto de la Unión.
García-Margallo ha explicado que será un "objetivo prioritario" del Gobierno evitar que España deje de recibir de forma "abrupta" fondos de la UE al pasar a convertirse en contribuyente neto.
El Gobierno se ha propuesto conseguir que Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha –que en 2014 superarían en renta per cápita la media que permite recibir fondos– reciban en el periodo 2014-2020 una dotación correspondiente a los dos tercios de los fondos europeos que obtuvieron entre 2007 y 2013, algo que apoya la Comisión Europea.
Reino Unido, sin embargo, no ve con simpatías este planteamiento porque considera que los fondos estructurales y de cohesión europeos deben ir a los países más pobres de la UE y no a las regiones más pobres de los países ricos.
España también defenderá en las negociaciones en los próximos meses en la UE una Política Agraria Común (PAC) "fuerte y suficientemente dotada" y una "financiación adecuada" para el Mediterráneo, América Latina y África Occidental, regiones prioritarias para nuestro país.
El Gobierno está abierto, ha indicado el ministro, a "reflexionar sobre posibles fuentes de financiación de la UE" y ha recordado que nuestro país apoya la iniciativa impulsada por Francia de establecer una tasa a las transacciones financieras.
Al margen de estas medidas que el Gobierno está negociando en la actualidad, el ministro ha subrayado que a largo plazo el "crecimiento económico" constituye probablemente el asunto más importante que la UE tiene entre manos.
El ministro ha llamado la atención sobre el hecho de que en los próximos años "la mayoría de los países europeos", entre ellos España, "no podrá tirar de gasto público, bajar los impuestos o endeudarse para impulsar su economía".
Por eso ha pedido "a los países centrales" –sin mencionar expresamente a Alemania– "que den un empujón a su demanda interna". "También se puede pedir que el Banco Europeo de Inversiones aumente su potencia de fuego y se podrían emitir bonos para proyectos específicos de interés europeo", ha sugerido.